Capítulo 10

99 12 6
                                    

•———————•༻❁༺•———————•
8:01 p.m.

Nancy Lavoie.

Pronto estaba cerca del límite del pueblo, justo donde él y yo nos conocimos, justo donde él me ayudó por primera vez.

Me había tomado algo de tiempo para caminar, ya que el aire de ahora era fuerte y la nieve a veces golpeaba mi rostro, dejando una leve picazón momentánea.

— Wow... — cubrí mi rostro cuando sentí la nieve revolotear a mi alrededor, el aire que comenzaba a ser fuerte estaba aumentando a medida de que iba avanzando.

¿Otra vez habrá tormenta?

— Será mejor que me apresure... — dije para mí misma mientras avanzaba. Por fin me adentré al bosque y me dirigía a la cabaña de mi señor.

Acomodé la bufanda bien en mi cuello, sentía el frío entrar y golpear mi piel cálida, eso me hacía temblar constantemente del frío.

Oh, ¿cómo lo pude olvidar?
Esta bufanda fue la que él me dió.

También se la tengo que regresar. Aunque me quedaré sin bufanda hasta que consiga una. Quién sabe dónde se encuentre la mía.

Me siento muy melancolica ahora.

¿A dónde vas?

Oh, mierda. Esto no puede estar pasando.

Me quedé congelada cuando la voz de Abigail resonó con fuerza, un poco lejana pero lo suficientemente clara para alertarme de ellos.

Me giré lentamente y pude ver a esos 4 mirarme con diversión, como si fuera su maldito juguete el cual pueden morder, lanzar y romper cuántas veces quieran.

— ¿A dónde va la cumpleañera? — cuestionó la sádica y psicópata rubia mientras avanzaba hacia mí y su grupo la seguían por detrás.

No dije ni una sola palabra, estaba pensando fuertemente en qué carajos hacer.

Correr.
Tengo que correr ya.

Tragué saliva con nervios, ya pronto estaba cerca de mí, así que me di la vuelta y comencé a correr en dirección contraria. Inmediatamente sus pasos apresurados resonaban por todo el bosque, junto a los míos.

¡NANCY!

Tengo que perderlos...
O no llegaré con él.

— ¡VEN AQUÍ! — los gritos de Abigail me daban más miedo qué lo que me fueran a hacer.

Debo seguir corriendo.

Atravesaba por varios árboles, buscando confundirlos o hacerlos chocar con ellos. Eso los atrasó más y me dió más ventaja para correr más lejos.

Aunque creo que me he perdido por correr sin rumbo. La verdad es que no soy muy buena recordando el bosque.

Por el momento seguía corriendo, hasta que tropecé con una rama o algo duro me hizo caer y rodar hacia abajo en una bajada del bosque que está algo inclinada. Para cuando me logré levantar a pesar de haber rodado tanto, sentí una mano jalar mi ropa y tirarme de nuevo al suelo.

Me di la vuelta en el mismo suelo, ensuciándome de nieve, tierra y hojas secas; pero Abigail se puso encima mío, sentándose de golpe y lo último que pude ver bien fue una piedra grande en su mano derecha. Esa maldita piedra fue usada para golpear un costado de mi cabeza con tanta fuerza. El sonido fue tan seco y doloroso que me hizo quedar aturdida.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora