My Lord || [Creepypasta Slenderman]

Capítulo 27

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11:17 p.m.

Slenderman.

Se ha hecho de noche ya...

No me he atrevido a regresar con Nancy. Lo mejor es que la deje tranquila y no la altere más, no quiero que me termine odiando y acabe desatando mi enojo sobre ella.

Me he quedado en la oficina pensando y... solo pensando en ella, en su extraño comportamiento. Ni siquiera me dijo nada de haber hablado con Offenderman.

Aunque estoy seguro que él debe ser el culpable de su comportamiento...

Escuché claramente como tocaron la puerta de la oficina, mi reacción fue levantar la cabeza y mirar atento a la puerta. Me encontraba sentado en mi silla y recargado sobre el escritorio donde suelo trabajar.

¿Será Nancy?

Me levanté inmediatamente de mi silla y me dirigí a la puerta a paso apresurado para abrirla y tener una vaga esperanza de que fuera ella. Esperé ver su pequeña figura temblorosa dispuesta a hablar conmigo, y sobre todo su rostro apenado.

— Hola, Slenderman — pero para mí desgracia pude ver el rostro sonriente de Offenderman, al que menos quería ver en estos momentos. Enfoqué intensamente mi mirada sobre sus ojos oscuros que llegaban a tornarse grisáceos.

Él alimenta mi ira...

Lo tomé fuertemente de su camisa y lo atraje hacia adentro de la oficina. Estuve a punto de golpearlo, pero, mi mano se dirigió a la pistola que guardaba por detrás y le coloqué rudamente el cañón del arma a un costado de su cabeza.

— ¿De qué hablaste con Nancy? — cuestioné inmediatamente — ¡CONTÉSTAME! — grité fuertemente mientras lo golpeaba levemente en su cabeza para que se percatara del arma que amenazaba con atravesar una bala en su cerebro — Podrás tener habilidades... pero aún eres un ser humano, si te disparo en la cabeza morirás instantáneamente — amenacé fríamente — Así que respóndeme algo que de verdad me complazca.

— Slend, simplemente me disculpé con ella pero seguramente sabes como reaccionó... — mencionó inocentemente él, estaba alzando sus manos como en señal de que se estaba rindiendo y me miraba con nervios — Se puso tan a la defensiva que intentó clavarme un cuchillo. Es muy ruda tu humana.

— Ojalá lo hubiera hecho... — musité molesto — Aunque me parece poco creíble lo que me estás diciendo.

Ella no me dijo nada...

— Relájate — sonrío — ¿Ella no te ha contado de lo que hablamos hace rato? — me quedé callado, detestaba decirle que no lo ha hecho  — ¿No te resulta extraño? Debería de contarte todo al ser tu aliada.

— Cállate... — dije mientras lo soltaba bruscamente y me alejaba de él — Solo dime qué quieres — dije molesto mientras me sentaba de nuevo en la silla y lo observaba desde mi lugar.

— Para hablar contigo, claro — mencionó él mientras se acercaba al escritorio que tenía adelante — Tu humana es muy interesante.

— Si viniste a hablar de ella, lárgate — dije asqueado de que se atreva a mencionarla — No quiero oír nada de ella que venga de tu boca.

— Calma, calma. Solo era un comentario. De verdad estás muy tenso, ¿fue ella la qué te dejó así?

— Lo que sea que le dijiste la dejó muy alterada, obviamente me afecta a mí — respondí molesto mientras tallaba mi rostro con fuerza — Ella no soporta qué esté cerca.