Capítulo 4

141 13 8
                                    

•———————•༻❁༺•———————•

— ¿Qué haces aquí? — preguntó con mi voz más grave de lo habitual — No te he llamado — mencioné comenzando a irritarme.

— Primero que nada, se dice buenos días, amigo; segundo, déjame pasar que hace un frío infernal — pidió irritado, simplemente bostecé con sueño y alejándome de la entrada para que pasara a la cabaña.

— ¿Y? ¿Pasó algo?

— No contestaste a mis llamadas. ¿Qué carajos pasa? ¿Acaso caíste en coma? — preguntaba molesto y yo sentía que quería meterle el puño en la boca para callarlo, hacía que me doliera más la cabeza — Tuvimos un problema grave, uno de los nuevos idiotas que contrataste dejó libre a su víctima y estuvo haciendo un gran escándalo por todos lados.

— ¿Fue en este pueblo?

— No, pero-

— Problema resuelto. Simplemente deshazte de ese idiota y fin de la discusión. Y no hables tan fuerte... detesto escucharte gritar y balbucear molesto — pedí mientras me sentaba en el sofá café oscuro y dejaba caer mi cabeza hacia atrás.

— ¿Quién eres? — cuestionó asombrado mi compañero — ¡Slenderman se habría vuelto loco si escuchara eso! — gritó de nuevo, comenzando a impacientarme lentamente.

Paciencia...
No termines de explotar...

— Espera, ¿seguiste bebiendo? ¡¿Desde qué te fuiste el otro día?! ¡Estás demente!

— ¿Y eso qué te importa a ti? — pregunté molesto y evitando mirarlo. Simplemente tengo los ojos cerrados por la luz que llegaba a entrar al lugar, casi sentía una migraña venir.

— Viejo, ya sabes que eso mata.

— ¿No eres tú el qué me dice que viva mi vida como un verdadero humano? Bueno, pues eso hago, así que no te alteres.

— La última vez que empezaste a beber, empeoraste con el tiempo — esas palabras sonaban más como a un regaño. Eran rudas y golpeaban en mi cabeza, haciendo recordarme aquellas últimas veces que no sabía de mí, fueron aproximadamente hace unos 2 años atrás, donde estaba más desesperado que ahora por ser de nuevo "yo".

Hasta que Albert me puso un alto. Pero le costó noches en donde lo llegué a golpear por entrometerse. Aún me da risa recordar su ojo morado.

Pero era más grave que ahora.

— Puedo controlarlo esta vez — dije sin más recursos para defenderme, abrí lentamente mis ojos, los cuales se dirigieron a su alta figura y preocupado rostro — No te preocupes, Albert.

Su ceño fruncido me había inquietado más, además, de que me extrañaba verlo molesto aún.

Sonreí malicioso, pensando en porqué está tan aferrado a que ya no beba.

— ¿De qué tienes miedo? — pregunté aún con mi sonrisa intacta — Cuéntame tus miedos y penas, pequeña princesita — me burlé y comencé a carcajear divertido al ver sus ojos abrirse en grande y ponerse rojo del enojo — ¿Acaso estás enamorado de mí? Te preocupas demasiado, eso me asusta.

— ¡Vete a la mierda! — dijo con enojo y frunciendo aún más el ceño — ¡Simplemente recuerda que tienes un negocio por atender! — me señaló con el dedo y después se abrigó nuevamente para salir de la cabaña.

Antes de irse, se volteó y me miró con una expresión de enojo mezclado con preocupación.

— Simplemente... — giré mi cabeza para verlo serio, inmediatamente sentí el frío llegar hasta donde estaba ya que el sofá de al menos 2 metros está casi cerca de esta puerta principal — No caigas de nuevo. Te lo digo como un amigo que te vió en tus peores formas, no lo hago por molestarte.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora