Capítulo 12

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10:57 p.m.

Nancy Lavoie.

Detestaba esperar.

Justo ahora estaba esperando pacientemente en el sofá de esta cabaña que pertenece a mi señor.

¿Cuánto más tardará?

Cuando estaba llegando a la cabaña, Albert ya estaba aquí con una mujer con bata blanca y encima un abrigo muy lindo, se notaba que costaba un ojo de la cara. Evidentemente era una doctora, pero me miraba tan descaradamente y molesta.

Eso no me importa.

Esos dos han estado un buen rato adentro, Albert, la mujer esa y mi señor. Ninguno de los dos ha salido por nada del mundo a decirme nada del estado de mi salvador.

Estaba simplemente yo y mi voz interna que gritaba bruscamente lo que había hecho mal para obtener este terrible resultado. Yo misma me he estado torturando mientras espero alguna noticia.

Todo esto es mi culpa.
No debí haberlo dejado solo.
No debí haberme ido.
Solo lo puse en un gran peligro. 

Enojada me agarro del cabello con ambas manos mientras me mantengo inclinada hacia adelante, recargando mis codos en mis piernas entumidas y temblorosas.

No creo aguantar más.

No he hecho mucho movimiento para acercarme, sentí tan fuerte la mirada juzgadora de esa mujer de tez blanca qué, presiento que me gritaría miles de cosas si me acerco.

Es obvio, está así por mi culpa.

— ¿Quién será ella...? — musité para mí misma, alzando mi vista y cubriendo mi boca con ambas manos; meditaba fuertemente para adivinar qué clase de relación podría tener con mi señor — ¿Una ex-pareja...? ¿Compañera de trabajo...? — seguro es alguien especial para ella, me miraba con tanto odio que puedo deducir que le importa mi señor.

Es... rara.

De repente escuché que la puerta de la habitación de mi señor se abrió y yo me levanté inmediatamente, atenta y esperando quien sea que fuera a salir para preguntar de todo.

Lentamente vi a Albert aparecer y mirarme preocupado. Él suspiró fuertemente, como si se tratase de un fuerte problema.

— ¿Qué pasa...? — cuestioné con miedo y esperando que no sea algo tan grave.

— Le suministraron una droga muy fuerte. Alex logró descubrir por suerte qué clase de droga era — mencionó él, por primera vez sabía el nombre de esa mujer que se encontraba a solas con mi señor — Era seguro que esa droga no era para él.

— Efectivamente... — pensé mientras me abracé a mí misma — Era para mí — dije mientras sentí escalofríos en todo el cuerpo de imaginarme a mí en esa situación, pero me siento aún peor de ver qué alguien más sufra por mí culpa — No pensé encontrarme con él, no quería que esto pasara, Albert. Ni siquiera pensé en encontrarme con... ellos.

— Tampoco lo pensé, Nancy. Él fue mucho más rápido y me ganó. Supongo que alguien le avisó que esos niños andaban rondando y yo le dije que ibas en camino —— me comentó — Y salió corriendo, por lo que pude escuchar mientras hablaba conmigo.

— Oh...

— Intenté comunicarme contigo para hacerte volver pero, todo se fue al carajo en esos momentos, no medí el saldo en mi teléfono. Me sentí tan frustrado.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora