Capítulo 20

110 14 41
                                    

•———————•༻❁༺•———————•
HORAS MÁS TARDE...
3:45 p.m.

Nancy Lavoie.

Hace unas horas había regresado con Slend, incluso me regañó por tardar tanto en regresar a la oficina.

Es peor que los mosquitos molestándote cuando tratas de dormir...

La verdad no tenía pendiente alguno, así que solo estoy leyendo un libro que tomé de la sala para poder distraerme de su presencia.

Tengo qué estar aquí hasta que sea de noche...

Me siento tan abrumada que no puedo concentrarme en la historia que leo, solo lo escucho escribir y escribir, ¿qué tanto escribirá? ¿Una biblia? ¿Su propio libro?

Es tan raro.

Parece un robot, no ha dicho nada en todo este rato que he estado aquí y el silencio comienza a ser muy molesto para mis oídos.

Suelto de nuevo un suspiro, solamente he estado suspirando del aburrimiento mientras observo su oficina, he perdido donde había estado leyendo en el libro que había tomado al azar, estaba ahora enfocada en ver cada cosa de este lugar que no había podido entrar en algunos años.

El lugar está bien amueblado; hay otro mueble con libros y carpetas; su escritorio que está cerca de la única ventana que deja ver el exterior.

¿Por ahí nos habrá visto?
Es muy seguro...

Después lo veo a él, sentado en esa silla negra y atento a su trabajo, inmediatamente mi mirada rebota y observo de nuevo el libro, termino por soltar otro suspiro.

Me gustaría dormir un poco...

— Es como la milésima vez que te escucho suspirar — murmuró él mientras no despegaba su mirada de lo que estaba haciendo.

Bufé molesta y regresé mi vista a la página del libro de misterio. Quería permanecer callada y sin prestar atención a sus comentarios.

Pero no puedo evitarlo.

— Bueno, estoy aburrida — murmuré ahora yo sin mirarlo mientras me cruzaba de piernas y me enfocaba fuertemente a la página del libro, pareciendo estar sumergida en la trama, cuando en realidad solo lo quería evitar ver — Al menos Albert cuenta chistes mientras estamos trabajando, eso lo vuelve más divertido.

Lo escuché reír pero con un toque de sarcasmo y burla.

— No soy tu bufón — dijo ahora serio — Y tampoco soy el idiota de Albert — sentí su mirada en mí, pero aún así no me atreví a verlo — Será mejor que te acostumbres a esto.

¿Acostumbrarme?

Con esa actitud suya no podré hacerlo, ni siquiera puedo suspirar tranquila en su presencia, obviamente lo irrito más.

— ¿Es necesario todo esto? — cerré de golpe el libro y lo miré, nuestras miradas se conectaron inmediatamente, eso me hizo callar por unos segundos y pensar bien lo que diré — No tengo que estar aquí, solo te estoy irritando más de lo que ya estás... — comenté mientras esperaba que me liberara de este castigo absurdo.

No puedo estar a su lado.

Acomodé el chal blanco que traje conmigo, subiéndolo más a mis hombros. Esta pieza es tan importante para mí, pertenecía a mi madre y lo traigo la mayoría del tiempo. En este chal aún siento su olor dulce, un olor que solo emanaba de ella.

Justo ahora, este chal me hace permanecer tranquila.

Tal y como mi madre lo hacía.

— Entonces — de repente él se levantó de su lugar y comenzó a aproximarse a mí, tal acción me hizo inquietarme más — ¿Prefieres estar con Albert? — preguntó mientras sentía como me hacía más pequeña ante él.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora