Capítulo 26

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9:34 a.m.

Nancy Lavoie.

Subí las escaleras corriendo y con el corazón adolorido. Quería olvidar todo lo que pasó por mi mente, me encontraba alborotada y sin saber qué pensar.

Sé que no es su culpa...

Pero estoy tan confundida. ¿Fue solo un pensamiento tan fuerte que me afectó? ¿O simplemente ese hombre hizo algo?

Solo me pongo a pensar en las dichosas habilidades qué tanto hablan, jamás llegué a saber bien cuáles eran las que Slenderman poseía, ni mucho menos los otros dos personajes nuevos.

Me ayudaría bastante saber, quizá deba preguntarle a Slend.

Alcé la mirada una vez que mi mano tocó la perilla de la puerta perteneciente a mi habitación, pero, por un momento me detuve, no sé por qué.

Presiento algo...

— Nancy — la voz de Slend mencionó mi nombre, justo detrás mío, de nuevo mis nervios incrementaron y me giré para verlo. Antes de hablar él tomó fuertemente mi muñeca y se acercó bruscamente a él.

— ¡¿Qué te- — su gran mano fue a mi nuca para acercar mis labios a los suyos y evitar que me alejara. Estaba besándome con rudeza y eso me hacía sentirme tan inquieta — ¡Slend! — pude decir sobre sus labios pero de nuevo seguía aferrándose a besarme aún con más insistencia.

Es extraño...

Inmediatamente me soltó poder alzarme, mis piernas lo abrazaron a sus caderas con temor de caer mientras él caminó a mi habitación para abrir la puerta y entrar en ella no sin antes cerrar y colocar el seguro de ésta.

— ¿Qué te ocurre? — cuestioné sin entender su mirada divertida mientras me acostaba en la cama.

Su enorme cuerpo estaba sobre el mío sin dejar caer su peso, solo había un pequeño espacio entre nosotros, donde constantemente su firme pecho rozaba un poco con mis pechos y me miraba atento. 

— ¡Basta de juegos! ¡Quítate y solo déjame...! — paré de hablar cuando su mano se metió por debajo de mi blusa y subía hasta rozar con mi sostén con sus dedos — ¿Qué haces? ¡Este no es el momento! — mi rostro ardió e intenté quitar su mano de mi abdomen, pero de nuevo se aferró a besarme con insistencia.

Algunos mechones suyos rozaban con su rostro, hacia cosquillas al igual que su mano que acariciaba lentamente mi piel caliente. Hasta que se atrevió a tocar mi pecho y a masajearlo lentamente, fue cuando unos pequeños choques eléctricos invadieron todo mi cuerpo, sobre todo que su lengua rozaba intensamente con la mía que era tímida.

Jamás se había atrevido a tanto...
Pero no puedo alejarlo...

Su pelvis estaba cada vez más pegada a mi entrepierna, podía sentir claramente algo duro y caliente que rozaba con lentitud, era claro que estaba frotándose sobre mí y a la vez jadeando gravemente sobre mis labios.

Me daba vergüenza disfrutar de su toque...

Abrí mis ojos cuando él dejó de besarme y bajó a mi cuello para lamerme con fuerza, succionar y soltar mi piel, me hacía aferrar mis manos a su espalda y contraerme de las cosquillas. Inconscientemente lo dejaba abrirse paso a mi cuello y cerrar los ojos, eso hacía que las sensaciones se intensificaran.

No ha dicho nada...

Simplemente lo escucho succionar y jadear ligeramente. Me era extraño que no dijera nada, ya que por lo regular siempre está hablando y diciéndome cosas, pero está vez es más callado.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora