FNAF/FNIA: [El Infierno en la Tierra: Una historia que ya fue contada...]

...Dejando todo preparado...

(Soundtrack oficial de Felicity, recomendable usar audifonos)

El león ruge como rey de la sabana, pero incluso en su majestuosidad, puede esconderse el miedo; la mariposa revolotea con fragilidad, pero sus alas llevan secretos más profundos que el vuelo mismo.
— William Blake

..Retomando lo acontecido...

(Hecho por mi)

Después de que el video terminara de reproducirse en la pantalla, Camilo se quedó inmóvil, con la mente procesando lo que acababa de ver. Los últimos momentos del video habían sido un festín de horror y desesperación, una secuencia de imágenes grotescas que se aferraban a su mente como un peso insoportable. La piel de Edwin Dave, marcada por las deformidades grotescas de los animatrónicos, y el grito final, desgarrador y lleno de terror, estaban grabados a fuego en su memoria.

El video había sido una representación brutal de la pesadilla que Camilo no podía ni siquiera comenzar a entender. Se preguntaba si lo que había visto era una manifestación física de algún tipo de fallo en el proceso de animación, un fallo tan profundo que había hecho que los animatrónicos parecieran más carne que metal.

Las imágenes estaban envueltas en una atmósfera de claustrofobia y horror, capturando la última noche de Edwin en un torbellino de desesperación y locura.

Mientras procesaba el horror que acababa de presenciar, Camilo miró a Samael. Su compañero estaba paralizado, con la mirada fija en la pantalla, como si el resto del mundo hubiera dejado de existir para él.

Era una expresión de horror y pánico, una mirada que parecía perdida en un vacío interminable, como si hubiera sido arrastrado a una profundidad insondable. La tensión era palpable, casi tangible en el aire.

Camilo sabía que Samael estaba lidiando con un trauma profundo, y su instinto era tratar de calmarlo, de encontrar algún tipo de control en la situación. Se acercó a él con pasos lentos, su mente trabajando a toda velocidad para encontrar las palabras correctas, las acciones que pudieran traer algo de consuelo a su compañero. Su mano se extendió hacia Samael, buscando ofrecer un gesto de apoyo.

Cuando posó su mano en el hombro de Samael, esperó una respuesta, quizás una señal de que Samael estaba todavía consciente de su presencia. Pero lo que ocurrió a continuación fue todo lo contrario.

Samael se giró lentamente hacia él, su rostro era una máscara de horror absoluto y confusión. Era como si un espíritu maligno se hubiera apoderado de su cuerpo. Sus ojos estaban vacíos, sin brillo, y su expresión estaba marcada por una rabia tan intensa que parecía consumirlo desde adentro.

La reacción de Samael fue instantánea y brutal. Su mirada era un abismo de desesperación y furia, un rostro que irradiaba una ira indescriptible y una confusión profunda. La voz que salió de su garganta era áspera y distorsionada, como si hubiera estado atrapada en un infierno personal durante mucho tiempo.

‐Puedes... explicar esto....? PUEDES EXPLICAR ESTO?!- Grito, sacudiendo la mesa de un solo golpe, cambiando su vision, enfocandose solamente en él...

Se aclaró la garganta, tratando de que su voz no temblara tanto como sus manos. -Samael... tenemos que pensar en esto racionalmente-dijo, con un tono que intentaba ser firme pero que delataba su propio miedo.