Capitulo 32

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Nervioso es decir poco, simplemente Juanjo tenía la sensación de que el corazón se le iba a parar en cualquier momento. Martin hacia llamado a su madre y le había propuesto ir a almorzar a un restaurante del paseo marítimo de Getxo.

Su padre se encargaría de recoger a su hermano del colegio y a su madre del trabajo, y ellos les esperarían en el restaurante directamente. Oficializar con Martin su relación y conocer a sus suegros en el mismo día estaba haciéndosele un poco cuesta arriba. Cuando ayer le daba vueltas al plan en su habitación , no pensó en que todo aquello podría cuadrar.

- Ey, acuérdate de respirar de vez en cuando.

Martin le miraba con cara de preocupación mientras daba un sorbo a la Coca-Cola. El maño estaba con la mirada perdida en el mar, y tenía la cara desencajada, le extrañaba verlo así, el normalmente no sentía aquel estado de nerviosismo y desorientación que estaba mostrando en aquel momento.

- oye, si quieres les digo que ha surgido algo y nos vamos tú y yo por ahí, no les dije q estabas.

Sonaba tentador, pero en parte sabía que Martin tenía tantas ganas como él de que su familia le conociese, y supiera sobre él.

- ¿les contaste algo sobre mí?

- Que vives en frente, que eres muy buen amigo, pero poco más.

Iban a flipar cuando de pronto le presentase como su pareja, quizás sí que debía plantearse el salir por patas, dejar aquella presentación para más adelante, cuando Martin les diga que tiene novio, antes de poder conocerle en persona. ¿Y si no les caía bien? ¿Y si no estaban de acuerdo con que su hijo tuviera pareja? Recordaba cuando Martin le contó lo protectores que estuvieron sus padres tras la mala experiencia que tuvo con un ex.

- Martin!!

Demasiado tarde, no había vuelta atrás. Aquella llamada hizo que Martin se girase sonriendo. Un niño de unos 10-11 años, muy parecido a él corría en su dirección, y unos metros por detrás un hombre y una mujer miraban al pequeño engancharse al cuello de su hermano.

El día anterior Martin había llegado a casa cuando su hermano ya estaba acostado, y se había levantado cuando el pequeño ya estaba en la escuela. Llevaban muchas semanas sin verse, y aunque Martin le había contado a Juanjo que su hermano pasaba bastante de él y su hermana, se veía que lo echaba de menos.

- Erik!! cómo sigas creciendo me vas a alcanzar antes de acabar el año - dijo Martin sin soltarlo mientras le revolvía el pelo.

- Vale, vale, yasta, un abrazo es suficiente- dijo el crío intentando separarse de él, mientras que Martin no lo soltaba- para yaaa.

Cuando le escuchó quejarse, Juanjo sonrió al recordar como Martin también le había soltado alguna vez ese "para ya", no eran tan diferentes, Martin tampoco era alguien especialmente pegajoso, aunque si que parecía que era verdad que el Erik era un poco menos cariñoso que su hermano mayor. los dos hermanos estaban enzarzados en su pequeña disputa cuando sus padres llegaron a la mesa.

- Hola buenas- dijo el padre mirando a su hijo y luego a Juanjo.

Ambos se levantaron, sus padres miraban a Juanjo con curiosidad y una medía sonrisa, ya que no sabían que habría invitado sorpresa a aquel almuerzo. Martin le dio un abrazo a cada uno antes de mirar hacia el maño, el cual se encontraba retorciéndose los dedos por los nervios.

- Me gustaría presentaros a Juanjo.

Martin se puso junto a Juanjo sonriéndole, y llevo una mano hacia las de él para que parara de retorcerlas, sin soltarle una de ellas.

Pase lo que pase tu y yo // JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora