Capitulo 43

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Ni en sus sueños más lejanos hubiera imaginado poder encontrarse en aquella situación, tumbado en su cama, pero en su cama de toda la vida, donde había dormido desde que tenía uso de razón..., con el chico más guapo y mas bueno con el que pudiera soñar tener abrazado a su cuerpo. Se le veía tan tranquilo, tan relajado, que no había querido despertarlo. Llevaba lo que seguramente serían horas memorizando cada peca que había al alcance de su vista del cuerpo de Martín.

El haber dormido tanto en el hospital el día de antes había hecho que despertara antes que los gallos comenzaran a cantar, y eso ya era decir muy temprano. Su móvil se encontraba cargando en la mesita de noche cuando empezó a vibrar como un loco, haciendo un ruido infernal, con el cual Juanjo alargó el brazo rápidamente para evitar que molestará al vasco, el cual se removió entre las sábanas, aunque sin despegarse de él.

Miró rápidamente la pantalla, para ver quién se estaba dignando a molestarle tan temprano, pero su cara se desencajó cuando vio el nombre de una de sus mejores amigas parpadeando en la pantalla.

- Mierda, mierda, mierda- dijo Juanjo en un susurro mientras deshacía el abrazo que Martin tenía sobre su cuerpo, poniendo la almohada en su lugar.

No pudo evitar sonreír embobado cuando vio como Martin agarró la almohada con fuerza aprisionándola con brazos y piernas. Se alejó un poco de la cama, sentándose junto a la ventana, desde la cual pudo ver cómo estaba comenzando a amanecer.

Entre el estrés que había vivido el viernes por la noche cuando recibieron la llamada de Tomás, la llegada al hospital, las horas de sueño, y el shock de la llegada de Martin a Zaragoza...el móvil había pasado a un segundo plano, no lo había revisado desde hacía más de 24 horas, aunque tampoco es que hubiera podido , ya que antes de llegar a su casa la noche anterior se había quedado sin batería .

- ¿Juanjo? ¿Estás vivo? ¡Has desaparecido sin avisar joder, di algo!

- Irene...me cago en dios...lo siento joder...ay madreeee, estoy bien, perdón, perdón, que no he mirado el teléfono ni siquiera .

- ¿sabes lo preocupada que estaba? No apareces, ni una llamada, ni una respuesta...nada.

- Sabes que ayer tenía pensado volver Irene, si habíamos quedado...joder, joder, ¿se han enfadado?

- ¿Que se van a enfadar? Solo preocupadas, como yo...

El plan era haber ido a su antigua residencia de estudiantes, para hablar con las trabajadoras, el director del centro, y poder pedirles su colaboración en el clip para su canción. Irene, que aún vivía allí era quien le estaba ayudando con los trámites. Pero no la había avisado, como tampoco avisó a Martin.

- ¿Me vas a decir que cojones ha pasado?

- El viernes por la noche ingresaron a mi hermano de urgencia, por una apendicitis, y pues, me olvidé de todo lo demás

- Ostias, Juanjo, ¿Pero está bien?

- Sisi, ya hoy o mañana le dan el alta y vuelve a casa- seguía sintiéndose como el culo, ese mismo sentimiento de cuando vio a Martin en la habitación del hospital- soy un desastre, por no avisaros... jodeeeer.

- Oye yasta, tranquilo, yo las aviso ahora para que sepan que estás bien.

- Gracias, hoy volveré para Madrid, ¿Podrías preguntar para vernos el martes?

- Si claro, hablo con ellos y te digo- se hizo un pequeño silencio antes de que Irene volviera a hablar- ¿Aviso a alguien más que pueda estar preocupado? No tengo el teléfono de tus amigos, ni de...tu chico, pero...

Pase lo que pase tu y yo // JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora