Capitulo 34

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Juanjo amaba a sus compañeros de piso, y amaba a Chiara por toda la ayuda que le estaba brindando estos días con sus conocimientos musicales. El piso se había convertido en un estudio improvisado. Álvaro se había traído algún día a un amigo suyo q también cantaba y controla de producción, Paul, y entre ellos dos, Bea y Chiara le habían dado muchas ideas para meter en el single.

Pero también era cierto que la cabeza le iba a explotar, aunque fuera domingo no habían parado de hacerse bromas unos a otros, cantar, chillar... Echaba de menos cuando estaba en la residencia y se encerraba en su cuarto para escuchar el silencio. Le dolía la cabeza desde el día anterior, no se le pasaba, y estaba muy irascible.

- ¿Dónde vas?

- A pedir asilo político.

- ¿Estás bien?

- Si, si, tranquila .

Fue la respuesta que le dio a Salma cuando decidió salir huyendo de aquella casa de locos y pedir a Denna y Violeta que le dejaran dormir allí la siesta. Al mirar el reloj vio que marcaban las 16.39, solo esperaba que las chicas no hubieran hecho planes fuera de casa.

Tocó el timbre y escuchó al otro lado que alguien se acercaba para abrir, Juanjo suspiró aliviado. Fue Denna la que abrió la puerta sonriéndole.

- Pido asilo político, necesito silencio, necesito dormirrrrr.

- Cielo claro que sí, pasa anda.

Al entrar al piso escuchó un tintineo de platos en la cocina, y al segundo Alex, salió bajándose las mangas de la sudadera.

- Juanjillo, que de tiempo sin coincidir- dijo el cordobés lanzándose a sus brazos- ¿cómo estás?

- La cabeza me va a explotar, eso es una casa de locos- dijo Juanjo señalando la puerta del piso, refiendose al suyo q estaba en frente.

- Y con Kiki por aquí será aún peor.

- A ver, me han ayudado mucho estos días, pero necesito desconectar...aunque quizás molesto...

Al ver que en el piso estaba la pareja a solas, se sintió un sujeta velas en potencia. Violeta seguramente estaría trabajando, y Martin no llegaba hasta la noche. Para un día que Denna tenía el piso a solas para ellos, iba él y se entrometía. Ahora se sentía culpable por estar allí molestándolos.

- No digas tonterías- dijo Alex- íbamos a poner una peli que nos haga cerrar el ojo.

- No,no, tranquilos, me echo en el cuarto de Martin, no creo que le importe, así seguís con el plan.

- Pero que no molestas cielo - dijo Denna.

- Prefiero la habitación, que estará más en silencio.

- Pues descansa, pero cualquier cosa estamos aquí fuera, ¿vale?

En parte le daba cosa aquel allanamiento de la intimidad del que ahora era su novio, pero su salud mental ganó a su integridad moral. No tardó ni un minuto en caer en los brazos de morfeo, el dolor de cabeza que le martilleaba desde hacía horas y lo tenía aturdido, solo deseaba que la siesta le hiciera que se le pasara, aquellas sábanas que olían a Martin consiguieron relajarlo al menos.

....

......

Pasaron varias horas, Martin miraba el teléfono con el ceño fruncido. Le había escrito varios mensajes a Juanjo aquella tarde mientras viajaba en el tren, y no le había respondido a ninguno.

Pase lo que pase tu y yo // JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora