Capitulo 7

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La música retumbaba en el pequeño piso, donde el grupo de amigos seguía reunido, la celebración de la firma de contrato de Martin era mas una excusa para reunirse. El ambiente estaba cargado de risas, conversaciones animadas y el aroma de comida rápida mezclado con alcohol.

Álvaro, con su sonrisa permanente, se encontraba junto a Violeta, hablando seguramente de algo del trabajo. Salma y Ruslana estaban cerca del balcón, compartiendo un cigarrillo y riendo a carcajadas. Juanjo, observaba la escena desde un sillón, mientras Denna y Martin discutían sobre la mejor canción de rock de los 90.

Con el ánimo en su punto más alto y las copas medio vacías, Álvaro decidió que era el momento perfecto para añadir un poco de emoción a la noche. Se levantó del sofá con una chispa en los ojos y anunció:

- ¡Chicos, chicos! Propongo que juguemos a algo divertido. ¿Qué os parece una partida de "anécdota o atrevimiento"?

El grupo reaccionó con una mezcla de entusiasmo y curiosidad. Bea, siempre dispuesta a la diversión, fue la primera en aplaudir la idea.

- ¡Sí, me encanta! Pero hagámoslo más interesante - sugirió, mientras buscaba en la cocina dos botes de cristal- Vamos a usar estos botes. En uno meteremos las anécdotas y en el otro los atrevimientos. Cada uno escribe varios papeles y los mete dentro. El que no quiera hacer el reto debe beber, y el que no quiera contar algo debe desprenderse de una prenda. ¿Qué os parece?

El grupo aceptó la idea con entusiasmo. Rápidamente, todos se pusieron a escribir en pequeños papeles, entre risas y comentarios cómplices. Los botes pronto se llenaron de retos y confesiones esperando ser descubiertos.

Sentados en círculo en la sala, la primera en participar fue Violeta. Con una sonrisa nerviosa, metió la mano en el bote de anécdotas y sacó un papel.

- A ver... cuenta tu anécdota más vergonzosa en una fiesta —leyó en voz alta.

Violeta se ruborizó, pero aceptó el desafío. Relató una historia de cómo, en una fiesta de disfraces, se confundió de casa y pasó una hora bailando con extraños antes de darse cuenta de su error. Las carcajadas resonaron en la sala.

- Seguro que viste a una chica preciosa y no pudiste hacer otra cosa que seguirla- dijo Salma riendo.

- Muy graciosa- dijo Violeta lanzándole una palomita a la cara a la chica.

El turno pasó a Salma, quien optó por un atrevimiento. Sacó un papel y lo leyó en voz alta.

- Haz una llamada de broma a alguien y graba la conversación.

Entre risas y titubeos, Salma hizo la llamada desde el móvil de Martin para que su amiga no le reconociera, fingiendo ser una agente de cobrador de deudas pidiendo el pago de una deuda algo exagerada. La muchacha había puesto el manos libres para que todos pudieran escuchar la conversación.

- Pero vamos a ver, ese viaje me dijeron que corría a cargo y cuenta de la cadena- dijo la voz al otro lado del teléfono

- Yo no puedo decirle otra cosa señorita, aquí pone en el papel: deudor Chiara Oliver.- dijo Salma con la voz cambiada, y justo en ese momento no pudo aguantar más y empezó a reírse a carcajada limpia.- Kikiii, kikiii, perdóname kikiiii, soy Salma.

- ¿Cómo?- dijo la chica al otro lado.

- Kiki era una broma, estamos de fiesta jugando a atrevimiento y tenía que gastar una broma telefónica- dijo Salma- perdóname en serio.

- Joder Salma que susto por dios...- dijo La chica suspirando

- Oye, mañana te llamo y te cuento con mas calma, no te enfades conmigo porfa- dijo Salma

Pase lo que pase tu y yo // JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora