Capitulo 23

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En la sala de ensayo del estudio de grabación, el ambiente estaba cargado de energía creativa. Las luces eran tenues, excepto por el brillante foco sobre el micrófono donde Martin afinaba una guitarra. Estaban trabajando las canciones de la serie que le tocaba cantar. Cada nota, cada acorde, cada verso era meticulosamente ensayado una y otra vez.

Javier Calvo, conocido por su exigente atención al detalle, estaba sentado en un rincón de la sala, revisando las partituras y observando a Martin con ojo crítico. Había una canción en particular que les había dado problemas, una pieza emotiva que requería una interpretación perfecta.

- Vamos a intentarlo de nuevo desde el coro, Martin -dijo Javier, levantando la vista de las partituras- Creo que podemos darle más profundidad si bajas un poco la tonalidad en esa parte.

Martin asintió, ajustando la afinación de su guitarra. Sabía que Javier tenía razón; la canción aún no había alcanzado su máximo potencial. Con un suspiro de concentración, comenzó a tocar de nuevo, sus dedos deslizándose con precisión por las cuerdas. Aquel año había estado dando clases para mejorar esa habilidad, cosa que estaba agradeciendo mucho.

- Sí, eso es, así suena mucho mejor - comentó Javier después de unos minutos de ensayo- Pero prueba a sostener la última nota un poco más. Necesitamos que la emoción sea palpable.

El ensayo continuó durante varias horas, ambos completamente absortos en la música. Cada corrección, cada ajuste, les acercaba más a la versión perfecta de la canción. Fue un trabajo arduo, pero ambos sabían que valía la pena.

Justo cuando comenzaban a recoger sus cosas, la puerta del estudio se abrió y Amaia Romero entró con una sonrisa radiante. Su presencia iluminó la sala de ensayo, y Martin no pudo evitar sentirse un poco nervioso. Amaia era una de las cantantes más talentosas y carismáticas del país bajo su punto de vista, había sido un fan de ella desde que había salido de Operación Triunfo, y se había tragado la serie de la Mesias de una asentada. Su sola presencia inspiraba respeto y admiración.

- ¡Hola, chicos! - dijo Amaia alegremente, acercándose a Javi para darle un abrazo- Espero no estar interrumpiendo.

- Para nada, Amaia - respondió Javi con una sonrisa- Justo terminamos. Te presento a Martin, uno de nuestros nuevos actores.

- Y también cantas por lo que veo, ¿no?- dijo Amaia- escuché unos agudos que hiciste al final.

Martin se levantó y estrechó la mano de Amaia, tratando de disimular su nerviosismo.

- Buah Amaia, gracias- dijo Martin mirándole con cara de lelo, sin saber muy bien que decir- es un placer conocerte, te admiro bastante.

- El placer es mío, Martin - respondió Amaia, devolviendo el apretón de manos con calidez- que ganas de ver la serie.

Amaia, le había escuchado cantar y estaba alabándole, uno de sus sueños era ser actor de los Javis, otro era conocer a Amaia... ¿Cómo podían estar cumpliéndose todos ellos en un transcurso de tiempo tan pequeño? La conversación fluyó de manera natural, y Martin pronto se sintió más cómodo, y la primera persona que le vino a la mente en ese momento era la otra persona que era tan fan como él o quizás más que él de Amaia, se moriría cuando se enterara que la había conocido.

- De hecho, creo que tenemos a alguien en común - dijo Martin, sonriendo- Un buen amigo mío, Juanjo, se hizo viral cantando tu canción "Yamaguchi" en Aragón TV. Tú misma comentaste su vídeo.

- ¡Oh, sí, claro! - exclamó Amaia, recordando el vídeo- Juanjo es increíble, tiene una voz maravillosa. ¡Qué pequeño es el mundo!

- Oye, ¿Por qué no vienes a comer con nosotros, Martin? – sugirió- Y podrías invitar a Juanjo también. Sería genial conocerlo en persona.

Pase lo que pase tu y yo // JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora