𝑩𝒐𝒔𝒄𝒐.
—Antes que nada. ¿Cómo te llamas?—ibamos caminando para poder tomar un auto.
—Me llamo Pedro pablo. ¿Tu?—contestó con una enorme sonrisa en su rostro.
Esa sonrisa era perfecta para ser tan real.
—Bosco. Tu nombre es algo curioso.
—El tuyo creo que lo es aún más.
Su sonrisa hizo que me contagiara haciendome sonreír por primera vez después de tanto años.
Pedro pablo iba a cruzar sin mirar la calle.
Lo jalé hacía mí rapidamente, al ver que un carro venía a velocidad rapida.
Su cuerpo choco con el mio, que podía sentir sus latidos desalocados, junto a mi pecho.
—¿Estás bien?—pregunté alejandome de el.
—Si, lo siento. No me di cuenta en que momento baje para cruzar.
—Deberias tener un poco más de cuidado.—respondí algo serio
—Si, si eso haré. Bueno hay que esperar.
Después de unos minutos ya estabamos arriba de un coche.
Pedro pablo miraba por la ventana algo nervioso, como si tuviera algo de miedo.
—¿Por qué tiemblas?—solté de la nada
—¿Yo? No estoy temblando. Mira hemos llegado.—apuntó hacía el lugar.— Baja, yo pagaré.
Bajé mirando la cafetería, realmente era muy bella. Y parecía un lugar demasiado relajante.
Pedro pablo se posó a mi lado y caminamos para entrar al lugar. Por dentro era aún más lindo, habia algunos cuadros de pintura. Flores por todo el lugar, al igual que luces.
—Este lugar es demasiado bello. He vivido toda mi vida aquí, sin saber que existía un lugar así.
—Venía aquí con mi abuelita.—soltó derepente.—Es una de las cafeterías más bellas.
—Lo es, bueno hay que pedir algo.
Ordenamos cosas diferentes, para después sentarnos esperando nuestro pedido.
—Cuentame sobre ti.—hablo con una sonrisa a medias.
—Bueno, tengo 18, me gusta mucho el esgrima, es mi deporte favorito, me ayuda mucho demasiado, si soy sincero. Y bueno, esto casi no tiene importancia pero soy demasiado malo en las matemáticas.
—Woow, jamás he entendido mucho del esgrima, pero algo he escuchado. ¿De verdad eres malo en las matemáticas?
—Si, por suerte este ultimo mes me esforcé demasiado que pude obtener el 10.
—Eso debería hacerte sentir bien. Yo adoro las matemáticas, fui tutor de algunos de mis compañeros.
—¿Enserio?—asintió.—Entonces se ve que eres bueno en eso. Ahora cuentame de ti.
—Pues creo que lo simple, trabajo en un museo de arte. Tengo 19 años y amo demasiado el arte. Me encanta estar pintando murales o retratos. Todo lo que tenga que ver con el arte es perfecto para mí.
—Por la manera en que te expresas, puedo deducir que es algo que amas.
—Exacto. Es demasiado bello.
Sonreí ante la emoción con la que decía las palabras. Sentía mi corazón tan alocado, jamás le había sonreído a una persona de esa manera.
—¿Bosco?—me centré nuevamente en el.
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Past life.
Teen Fiction"El recuerdo de una vida pasada, pertenece totalmente a tu alma."