𝑷𝒆𝒅𝒓𝒐 𝒑𝒂𝒃𝒍𝒐.
Era otro día más, hoy había amanecido un poco nublado, pero era perfecto el clima.
Quería llevarlo a un parque de diversiones y distraernos aunque fuera un poco. Hemos estado un poco encerrados, el con tareas, yo con mi trabajo.
No he vuelto a casa desde hace semanas, aunque suelo ver muy segudo a mi tía y a Salomón.
A la única que no he visto es a mamá, por más que intente acercarme ella terminara alejandose aún más de lo que ha hecho todos estos años, para ella soy culpable de todo, aunque desería que se sintiera totalmente orgullosa de todo lo que he estado logrando.
Pero prefería seguir con mi vida, no era yo quien tenía que pedir perdón, era algo que me había costado entender.
—Ya estoy listo —la voz de Bosco me hizo sobresaltar —¿Estás bien?
Asentí con una sonrisa.
—Te vez demasiado lindo Bosco.
—Tu igual —dijo acercandose a mí mientras depositaba un pequeño beso en mi mejilla.
—¿A dónde iremos?
—¿Quieres ir al parque de diversiones? Y después sabremos que haremos.
—Si pero...espera.
—¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?
—Bueno, en realidad, solo necesito algo de ti.
Levante una ceja algo confundido —¿Algo de mí? ¿Qué es?
—¿Me permites darte un abrazo? —preguntó, con una sinceridad que podía notarla.
Me quedé un poco asombrado con la petición que me había pedido.
—Por supuesto, cariño.
Bosco me rodeó con sus brazos, creando un abrazo totalmente cálido y renconfrotante. Por un instante, el mundo desapareció.
—Lo necesitaba...gracias, Pedro pablo.
—No agradezcas, pero es mejor que nos vayamos ya.
[...]
Llegamos a el lugar que era demasiado bello, todo estaba colorido, claramente había mucha gente, pero no importaba.
—Necesito subirme a todos los juegos —su emoción era como la de un niño pequeño.
Y lo sabía, apesar de todo jamás vino a un parque de diversiones, entonces le he cumplido un sueño que tuvo de pequeño.
—Gracias por traerme aquí, significa demasiado para mí.
Tomé su mano con delicadeza...— Todo por ver esa sonrisa que adoro, me contaste de un sueño que tuviste de pequeño, es momento de disfrutarlo.
Apretó suavemente mi mano, sin importar las miradas que habían a nuestro alrededor, se inclino dandome un pequeño y tierno beso en los labios.
—Siempre sabes como hacerme feliz.
Sonreí, mientras me apartaba ligeramente de el...—Te quiero, bos, siempre voy a querer lo mejor para ti.
—Te quiero más...vamos ya a los juegos. ¿Y si nos subimos a el carrusel?
Oh no...
—Por favor...haz dicho que quería lo mejor para mí...—que gran manipulador salio, y más con esa cara de cachorrito.
—Bien, bien...vamos ya, antes de que me arrepienta —me jalo del brazo para llegar a la fila.
La gente se nos quedaba viendo algo extraño, y un niño nos volteó a ver con curiosidad.
ESTÁS LEYENDO
Past life.
Jugendliteratur"El recuerdo de una vida pasada, pertenece totalmente a tu alma."