Capitulo 𝑿𝑽𝑰𝑰𝑰

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𝑩𝒐𝒔𝒄𝒐.

Al leer ese mensaje mi miedo aumento demasiado.

¿Por qué demonios parecía una despedida?

Corrí hacia el cuarto de Gala, quién estaba con Salomón viendo una película.

—¿Han hablado con Pedro pablo? —ellos me miraron confundidos, al ver que estaba algo desesperado —. ¿No les ha dejado un mensaje?

—A mí me dijo que me quería mucho —contestó gala

—A mí igual me ha dicho eso.

—Carajo —salí corriendo de ahí rapidamente, mientras veía como me perseguían

—¡¿Qué está pasando?! ¿Por qué estás tan desesperado?

Le entregué mi celular para que observara el mensaje. El me miro y entendió todo.

—Subanse al auto, pero ya —esta vez grito Salomón.

Le hicimos caso, mientras torpemente intentaba meter la llave para conducir.

—¡Apurate!

—¡Ya voy! —su desesperación se podía notar, cuando pudo encender el coche manejo con velocidad.

—¿Podrían decirme que está pasando? —hablo Gala algo confundida

—Es Pedro pablo...mira esto.

Le enseñe el mensaje ahora a ella.

—¿Está....?—negué rapidamente.

—No lo digas Gala.

Sentía que este camino era bastante largo, hasta que por fin llegamos.

Salí corriendo para entrar a su casa que estaba abierta.

No lo veía por ningún lado, hasta que escuche un ruído que provenía del baño, parece que algo pequeño se había caído.

—¡Está acá! —grite para que me escucharan —Joder, esta cerrada...

—¡Pedro pablo! —grite fuertemente que mi voz ardió

—¡Pedro pablo! —esta vez grito Gala.

Empezamos a golpear la puerta, mientras Salomón fue a buscar una llave para poder abrir la puerta.

—Por favor...no hagas nada...salomón ya ha ido por una llave, te necesito con vida, cariño...

Esto me estaba empezando a arder en el alma al no escuchar ninguna respuesta de el.

—Respira, no podemos perderte —Gala grito desesperada, mientras intentaba abrir la puerta —¿Cómo demonios abro esta puerta? ¡Salomón apurate!

—Por favor...no me dejes, se que esto ha sido complicado, pero no cometas una locura, no te puedo perder a ti tambien...—dije suplicando, mientras los sollozos aumentaban

No podía perderlo, no a el.

Salomón por fin abrió la puerta y pude verlo tirado, corrí rapidamente hacía a el, tirandome de rodillas para tomarlo cuidadosamente, empecé a abrazarlo fuertemente y escuchaba esos latidos bajos...

—No cierres esos ojos, te necesito, te amo Pedro pablo, no puedo imaginarme una vida sin ti. Por favor respira —puse mi mano en su pecho, pero esos latidos estaban apunto de ser apagados.

Quería negarme a esa idea. No quería dejarlo...

—Hay muchas personas que te necesitamos —habló Gala.

Mire a Salomón que estaba parado y callado.

—Tenemos que llevarlo al hospital —su mirada estaba perdida, que parecía que estaba dejando este mundo.

Past life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora