Son las cinco de la tarde, Cami se ha quedado dormida de tanto llorar. En casa de mis padres dejé mi celular y mi computadora, no tengo manera de comunicarme así que le escribo una pequeña notita a Cami informándole que iré a visitar a Lahiam, para que sepa porque no llegué y pidiéndole que no vaya a mi casa.
Tomo las llaves de mi auto y me voy, por alguna razón, tengo un mal presentimiento, algo me dice que no debo ir ahí, pero no puedo esperar hasta mañana para contarle a Lahiam.
Minutos después llego a la casa de los Ivanovich, me abre Lilian, la encargada del aseo. Me deja entrar y llama a Irina quien aparece un minuto despues.
—Cielo, pensé que no te vería hoy, ¿Estas bien? Fui a la oficina y no estabas.
—Tuve un pequeño problema en casa y preferí quedarme en mi apartamento, mañana volveré —explico, ella toma asiento a mi lado—. ¿Esta Lahiam?
—No, no está, tuvo una reunión y vendrá un poco más tarde de lo normal, pero puedes esperarlo, no será tan tarde.
Escuchamos el timbre y mi corazón empieza a acelerarse pensando que es Lahiam, pero me decepciono al ver a Mavie entrar muy sonriente al lado de Mikoy.
—¿Mavie? —inquiere Irina al verla.
—Vi a la niña afuera, venía para acá así que le dije que podía entrar —explica el señor Mikoy—. ¡Zulema, que sorpresa que estes aquí!
—Hola —saludo sin saber que decir.
—¡Nena! —me llama con ese estúpido apodo que me ha dicho desde que nos conocemos, no me tomen a mal, es un lindo apodo, pero no con la voz de una hipocrita como ella—. Me alegro que estes aquí, vine a buscar a Lahiam ¿Está? —cuestiona viendo a Irina.
—No aún no llega, hoy viene noche —responde Irina con voz hostil.
—Una lástima, bueno ya lo llamaré, aprovecho que estan ambos y mi mejor amiga para darles una noticia.
¿Mejor amiga? ¿Desde cuando lo soy? Supongo que olvidó eso cuando me quizo humillar en Paris. La veo buscar algo en su bolso pero me distraigo por la voz de Irina.
—Cielo, si quieres puedes irte, le diré a Lahiam que te busque —habla en voz alta—. Es lo mejor, esa niña nunca dice nada bueno, no quiero que cambies tu versión de Lahiam —susurra.
—Tienes razón te agradezco que le digas, estaré en mi apartamento.
—¡Aquí está! no te vayas nena, quiero que lo sepas —me toma del brazo y me obliga a sentarme, cuando intento replicar ella vuelve a hablar—. ¡Estoy embarazada! —chilla y tiende un documento en direccion de Irina.
Ella lo toma dudosa y lee el papel, empieza a negar con la cabeza y me voltea a ver con lástima. Esto no puede ser cierto ¿verdad? Puede ser un invento de ella, quizá ni sea de Lahiam.
Irina me tiende el papel y al leerlo me doy cuenta que si esta en estado de embarazo, tiene ocho semanas. Mi corazón da un vuelco al percatarme de la intención de ella. Quería que yo estuviera aquí para asegurarse que me enterara, aún sospecha que tengo algo con Lahiam.
Le doy el papel a Mikoy y este si salta de emoción, abraza a Mavie y no puedo evitar sentir una punzada de decepcion.
A Lahiam le exigio que se alejara de mi, me hizo saber que no soy lo que el quisiera para su hijo, ¿Ella si cumple su estandar? ¿Por qué? Escucho que ella y Mikoy habla con Lahiam por llamada pero no le presto atención.
—Cielo, seguro es mentira —me consuela Irina guiandome a la cocina para tener privacidad, niego con la cabeza repetidas veces intentando retener mis lagrimas—. Tiene que ser su manera de atraparlo, sabemos que él te ama.
—Quiza, pero es su hijo, no puede simplemente dejarlo...
—No sabemos si realmente es suyo.
—¿Pero y si sí es? ¿Que pasará? ¿Yo sere la madrastra y el bebé crecera con sus padres separados? —cuestiono—. Me niego a eso.
—Él no la ama, independientemente de que si esté contigo o no, no se casará con ella, él no vivirá con ella —pasa su mano por mis mejillas limpiándome las lágrimas que empezaban a salir—. Entiendo tu punto pero es una decisión que debe tomar él y para tomarla tiene que asegurarse que es su bebé.
—No va a dejarme, lo sé, yo me alejaré de él para que cuide de su hijo, no seré yo quien deje a un hijo sin su padre —sin decir mas camino a la sala donde estan Mavie y el señor Ivanovich hablando muy cómodamente.
—¿Donde estabas, nena? —cuestiona Mavie.
—Tomando agua con Irina.
—Mi suegra es un sol ¿cierto?
—Lo es, Mav —le doy una sonrisa tensa—. Debo irme dejé a mi hermana sola en casa...
—Si yo también me voy.
Ambas salimos seguidas de los señores Ivanovich.
—Me alegro mucho por ti, Mavie, no esperaba esa noticia viniendo de ti —le digo.
—Tampoco me lo esperaba, supongo que el destino quiere que Lahiam y yo formemos una famila —sonrie ampliamente.
—Estoy seguro que así es —concuerda Mikoy—. Yo seré un gran abuelo —dice viendome de reojo.
Ellos hablam mientras yo me quedo analizando todo. Lahiam sera papá. Ayer estábamos en esta casa, en su habitación, hablamos hasta quedarnos dormidos y ¿ahora resulta que será papá?
—¡Amor! —chilla haciendo que voltee a ver detrás de mi, veo a Lahiam caminar en nuestra dirección, nuestros ojos se conectan unos segundos hasta que Mavie toma su cara con sus manos y lo besa, aparto mi mirada de ellos hasta que ella vuelve a hablar—. Que bueno que ya estas aquí, le contaba a Zule nuestra buena noticia ¿Cierto, nena?
—Es por tu bien, Zulema, ustedes no debieron iniciar nada en primer lugar —me susurra Mikoy.
¿Enserio? ¿Que tengo de malo?
Lahiam y yo llevábamos bien lo de nosotros, sea lo que sea que teníamos, estábamos bien, nos entendíamos.
—Si, Mav, estoy muy feliz por ti —respondo.
—Mavie ya hablamos de esto, sabes que n... —habla Lahiam pero Mikoy lo interrupe.
—Tu madre y yo estamos muy felices de la noticia hijo, al fin vas a sentar cabeza —se acerca a Mavie—. Este bebé será una bendición ¡Al fin tendremos un nieto! —celebra.
Veo a Lahiam y nuestros ojos se conectan un instante, hago todo lo posible por no soltar a llorar ya mismo.
Me niego a perderlo, yo quiero a Lahiam, me acostumbré a él, a su presencia. Pero es lo mejor, ese bebé necesita una familia unida.
—Estoy muy feliz por ustedes, pero ya debo irme, mi hermana me espera en casa y no quiero seguir arruinando su momento, hasta luego —interrumpo a Mavie y Mikoy. Sin esperar respuesta me voy.
—Nos vemos mañana, nena —escucho que dice Mavie, pero no detengo mi paso—. Espero tengas la información que te pedi para mañana.
—Intentaré que así sea, Mav —respondo al llegar a mi auto.
Sin voltear a verlos de nuevo salgo de ahí.
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Como Imanes [#1]
RomancePrimer libro de la serie Atracción y Destino. . El amor es un caos impredecible, un torbellino de emociones que a veces llega sin aviso, y no siempre estamos preparadas para enfrentar. A veces, no comprendemos cuánto amamos a alguien hasta que nos...