Si hace unos meses alguien me hubiera preguntado que era lo que más me hacía feliz, no hubiese respondido por el simple hecho de no saber una respuesta clara , pero si me lo preguntan ahora, diría que ella es mi felicidad completa.
Bajo del auto y lo rodeo para poder abrirle la puerta, hace unos minutos salimos del restaurante y hemos decidido venir a su apartamento ya que en el mío aún están Iker y Charik. Extiendo mi mano para ayudarla a bajar, ella sonríe y la toma. Caminamos juntos en silencio hasta la puerta y una vez dentro ella me mira con intensidad.
—Gracias —susurra acercándose a mi y poniéndose de puntillas para poder darme un beso fugaz.
—¿Porque?
—Por hacerme feliz, nunca pensé que llegaría el momento en el cual me pidieras ser tu novia y formalizar lo que teníamos... Temí que fuera pasajero y que mis sentimientos quedarán en el aire esperando a ser correspondidos.
—Nunca más te haré dudar, lo prometo —coloco mi mano en su cintura y la atraigo a mi—. Procuraré seguir haciéndote feliz cada día que sigamos existiendo, porque si el destino no quiere que sea contigo haré que seamos, porque yo te elegiré siempre, blondinka.
Me inclino hacia ella y cuando nuestras bocas se encuentran, la suya me recibe con ansia. Coloco mi mano en su cuello, hundo mis dedos en su piel, mientras inclino mi cabeza para explorar cada rincón de su boca. Nuestros labios se mueven uniendo nuestras pasiones en un beso que deja atrás cualquier atisbo de dulzura, transformándose en un encuentro cargado de deseo.
La alzo sintiendo el calor de su cuerpo contra el mio y rodeo sus piernas en mi cadera, empiezo a caminar a su habitación y al llegar la dejo en su cama. Reparto pequeños besos en su cara, cuello y hombros haciéndola estremecer bajo mi tacto. Deslizo mi mano hasta el borde de su vestido y se lo quito pasandolo por su cabeza dejando ver sus hermosas tetas ya que no llevaba sostén. Muerde su labio inferior mientras observa como saco sus bragas por sus piernas.
Me pongo de pie, mientras la observo colocar sus codos en la cama para inclinarse un poco hacia adelante para ver como desabrocho mi camisa para luego quitármela.
—Abre tus piernas, dejame ver tu maravilloso coño —ordeno y ella hace lo que le digo—. Eso es, blondinka.
Me posiciono sobre ella. Deciendo mi mano hasta su coño y doy ligeros círculos en su clítoris mientra llevo una de sus tetas mi boca, sus jadeos empiezan a hacer eco en la habitación. Siento como cada vez está más húmeda, sus gemidos son más fuertes cada vez que acelero la velocidad de mis dedos, sin hacerla esperar, meto dos de ellos en su coño haciéndola arquear au espalda y soltar un gemido sonoro.
—Mierda.
Sigo embistiendola con mis dedos mientras ella mueve su cadera en busca de más, me alejo de ella y me desahogo de mi pantalón y el bóxer. Sin perder tiempo se cierno sobre ella y de una sola estocada, la penetro.
Aumento la velocidad de mis embestidas, sujeto su cintura para poder entrar en ella con más profundidad. Me acerco a su cara y la beso, me recibe con ansias. Desliza sus manos por mi abdomen tocándome a su antojo.
Con una de mis manos, doy círculos en su clítoris para darle más placer, siento como empieza a estremeserce, está por correrse.
Dejo un camino de besos desde su hombro hasta sus tetas, succiono su piel dejando así una pequeña marca en una de ellas. Desliza sus manos a mi espalda y siento como clava sus uñas en mi piel, seguramente quedarán marcar de sus rasguños, pero en este momento es lo que menos me preocupa.
—Lahiam... voy a...
—Hazlo, blondinka.
Sigo penetrandola y en cuestión de segundos, ambos nos corremos, pero no me detengo. Sigo embistiendola unas veces más sintiendo como los espasmos empiezan a cobrarle factura, sus gemidos de placer siguen estando presentes, haciéndome saber que tampoco quiere que me detenga.
Salgo de ella y me acuesto a su lado.
—Lahiam...
—¿Si?
—Te extrañé.
—Y yo a ti, cielo.
Me inclino para besarla, aprovecha ese momento y se sube sobre mi sin dejar de besarme, empieza a dar ligeros círculos en mi polla haciendo que vuelva a querer follarla.
—¿Puedo? —pregunta sin dejar de moverse.
—No tienes que preguntar, hazme tuyo, blondinka.
Una sonrisa se forma inmediatamente en su rostro, la observó tomar mi miembro, empieza a masturbame con delicadeza, mueve ágilmente su mano sobre mi verga enviando estímulos por todo mi cuerpo.
Veo como acomoda mi verga para poder guiar mi verga a su coño, empieza a descender despacio, torturandome con su paciencia. Poco a poco sus movimientos se aceleran, sus tetas rebotan al ritmo de sus embestidas.
Con mis manos aprieto sus muslos intentando no marcara con la fuerza que ejerzo, sube, baja y da círculos en mi verga para poder buscar su propio placer. Toma mi mano y la lleva a su tetas para que le de atención a esa zona.
Hago exactamente lo que ella me pide, tiro mi cabeza hacia atrás para disfrutar cada sensación que causa, dejo que ella sea quien domine esta follada en su totalidad.
En cuestión de minutos ambos alcanzamos el clímax al mismo tiempo, coloca su cabeza en mi pecho haciéndome saber que está exhausta.
—Mierda, blondinka —jadeo—. Eso fue...
—Increíble —termina por mi.
Me pongo de pie y la cargo para llevarla al baño y nos podamos dar una ducha. La ayudo a bañarse porque sé que está cansada.
Al terminar la ayudo a vestirse para luego cambiar las sábanas y acostarnos para poder dormir. Acaricio su espalda hasta que su respiración se vuelve ligera.
Cierro mis ojos intentando dormir también, pero una notificación en mi celular hace que no pueda.
Al tomar mi móvil me doy cuenta que es un mensaje de mi madre.
[Irina 12:48a.m.]: Lahiam, Sergei hizo un escándalo en nuestra casa hace unas horas, no quise molestarte porque sé que esta con ella, es importante que hablemos.
[Irina 12:49a.m.]: Irá por ella y su hermana.
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Como Imanes [#1]
RomancePrimer libro de la serie Atracción y Destino. . El amor es un caos impredecible, un torbellino de emociones que a veces llega sin aviso, y no siempre estamos preparadas para enfrentar. A veces, no comprendemos cuánto amamos a alguien hasta que nos...