「14」

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Los vampiros brillan

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Los vampiros brillan

「Nico」

—No me lo puedo creer.

—Pues créetelo.

—¡Eres un inculto!

—Eso es mentira.

—¡Eres un completo infeliz!

—Eso ya es cuestionable.

—¡No me puedo creer que no hayas visto Crepúsculo ni una sola vez en tu vida! ¿Qué has hecho estos años? ¿Qué películas has visto? ¿Qué libros has leído?

—¿Ninguno?

—¡Nicholas! Oh, por Dios, no me puedo creer que yo sea quien vaya a mostrarte este gran camino de la verdad... Está bien, nos vemos esta noche en tu casa. Compraré palomitas, gominolas de calaveras y dentaduras falsas.

—No me voy a poner una dentadura con colmillos de plástico para ver a tus vampiritos.

—Ya hablaremos de eso. ¡Compraré café! Nos va a hacer mucha falta.

—A mí sí que me va a hacer falta.

Cassie rio y me despidió con un beso en la mejilla para salir corriendo detrás del bus. Estaba súper indignada porque no me había visto ni leído Crepúsculo. Ahora estaba condenado a hacer una maratón en plena madrugada con ella. ¡Cinco putas películas!

Pasé toda la tarde leyendo porque aún no me había terminado el maldito libro, aunque ya estaba a punto de acabarlo. Pero tampoco podía acabarlo ahora porque le había prometido a Cass terminarlo con ella para que pudiera deleitarse con mi reacción final.

Cuando Cass llegó a eso de las nueve y media, la asalté con preguntas.

—¿Cómo que Patrick besa a Charlie? —quise saber.

—Pues con la boca, dah...

—No te hagas la tonta conmigo, Cassiopea Blofis. —Era la primera vez que reía al escuchar su nombre completo—. ¡Y... y...! ¡Y Charlie lo deja porque piensa que eso es lo que hacen los amigos!

—Vale, Nick, Vale. Mira, voy a ponerme el pijama, tardo cinco minutos. Intenta calmarte, ¿ok?

—Lo que tú digas.

Ella entró al baño, así que yo me cambié en mi cuarto. Normalmente me limitaba a unos pantalones de algodón y ya, pero no quise que Cass se sintiera incómoda, por lo que me puse una camiseta de tirantes anchos negra.

The Death Angel ||Nico di Angelo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora