A Percy Jackson, el héroe del Olimpo, le dan una gran noticia: la sobrina de su padrastro Paul vendrá a vivir con ellos.
Cassie ha vivido en un orfanato desde los 7 años luego del fallecimiento de su madre y que ningún familiar pudiera ayudarla. Des...
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Ese amigo tuyo
「Cassie」
—Pásame la leche, cariño —me pidió Sally, y le pasé el recipiente. Ella midió la cantidad y luego echó todo en el bol—. ¿Quieres remover tú?
—Sí, por favor.
Yo adoraba a Sally. Era la mujer más buena del mundo, y me quería como si fuera su hija de sangre. Había pasado años sin el cariño de una madre, y ahora que lo tenía, era maravilloso. Eso no borraba el recuerdo que tenía de mi madre; la extrañaba con todo mi corazón y la quería muchísimo. Pero esta era mi nueva vida y no estaba nada mal.
Sally y yo estábamos haciendo una gran tarta azul para cuando llegasen Percy y, al parecer, sus amigos de Nueva Roma. Llegarían mañana por la mañana, mientras yo asistía a mi último día del curso. El baile sería por la tarde, y sería la última vez que vería a Nick en mucho tiempo. Estaba triste por eso, pero también estaba contenta porque sería la mejor noche de mi vida.
Una mierda para ti. Pero como un templo de grande.
—¿Tienes ganas de conocer a los amigos de Percy? —me preguntó Sally.
—Sí —afirmé—. Después de todo, voy a pasar el verano con ellos en el campamento. Percy me dijo que son muy simpáticos, y Annabeth va a presentarme a todas sus amigas.
—Cassie, quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti —Sally me miró a los ojos—. Llegaste muy asustada y ahora vas a enfrentarte a tus miedos. Me alegro de que hayas hecho un amigo tan bueno como Nick y que seas tan independiente.
Se me humedecieron los ojos al escuchar aquellas palabras por parte de Sally. No sabía cuánto las necesitaba hasta ese momento. Abracé a mi nueva madre con fuerza y ella me acarició el pelo con suavidad.
—Te quiero mucho, Sally.
—Y yo a ti, mi vida.
Amabas seguimos preparando el pastel de crema de queso de color azul, espolvoreadas con galletas de chocolate negro. La metimos al frigo y limpiamos poco a poco la cocina.
—Oye, Cassie.
—¿Qué pasa?
—Ese amigo tuyo, Nicholas... ¿Porqué no viene nunca?
—Ah, es que su casa está más en el centro, a una calle del instituto, y siempre quedamos allí. Ya no creo que puedas conocerlo porque se va a Europa después de mañana. ¡Ha retrasado su vuelo solo para ir al baile conmigo!
