Capitulo 4

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Makaria abrió sus ojos lentamente el sol pegó en su rostro, estiro su mano y pudo ver de que está era pequeña.

Se reincorporó rápidamente mirando sus pequeñas manos, se levantó corriendo al baño de su habitación y sonrio al ver su apariencia.

El juramento con Lilith había funcionado, sus ojos ya no eran azules, eran dorados, su cabello ya no parecía al de sus hermanos, era más oscuro más brillante era jodidamente hermoso.

- Regrese.. lo hice.. - Murmuró con una calidez en su pecho, su corazón parecía que iba a salir en cualquier momento, miro su rostro y poco a poco este comenzó a contorsionarse tratando de no derramar lágrimas. - Lo logre.. - susurro. Tocó su rostro, disfruto se poder volver a verse frente a un espejo, limpia, sana. Lágrimas comenzaron a caer, eran igual de claras que un manantial, no había sangre que manchara su ropa..

Una risa amarga salió de su garganta, poco a poco su llanto se volvió aun más fuerte.

Había vuelto, volvió a su infancia..

Una magia fría y conocida se hizo presente, unos brazos la envolvieron protectoramente dándole aquel apoyo silencioso que ahora necesitaba.

Luego de unos minutos levantó su vista miro el espejo y noto al gran demonio detrás suyo.

- Hey zanahoria~ - Makaria se sonrojo ante el recuerdo del beso. - Haha~ quieres otro? - Pregunto dulcemente.

- Deja de leer mi mente! - Exclamó avergonzada. El color de su cabello hacia competencia con el de sus orejas. - Eres un tonto! Sueltame! -

Sin embargo, Kallias tomó una apariencia diferente, su estatura disminuyó a un niño de doce y la abrazo aun más, froto su rostro contra el de la peliroja.

- Tan pequeña y tierna~ - Su lengua larga no dudo en lamer la mejilla contraria Dándole un escalofrio a la niña.

Acostumbrada a las acciones del demonio, la niña de once años suspiro.

- Que año es..? - Pregunto dulcemente.

- 1991 - Makaria abrió sus ojos con sorpresa. - Es 1 de septiembre zanahoria. -

- Hoy.. comienza mi primer año en Hogwarts. - Murmuró roncamente.

- Makaria! -

La voz de Molly hizo que la chica brincara en su lugar, estaba por correr escaleras abajo cuando freno.

Por qué debería de ir corriendo? No debía de temerle más..

- Yo.. no volvere a agachar mi cabeza..- Murmuró en tono firme.

Kallias quién había vuelto a su forma natural la miro orgulloso.

Los gritos seguían oyendose y Makaria se tomó todo el tiempo del mundo para bajar. Una vez vestida y arreglada bajo las escaleras, Kallias la seguía de cerca.

Pudo escuchar otro grito y voces de la cocina.

Respiro profundo y miro al demonio. El azabache le sonrio de manera cruel, y Makaria soltó una risita malvada.

Al ingresar su corazón latía de emoción, vio a sus hermanos y a su madre su mirada los recorrio uno por uno, era realmente increíble el hecho de que pudiera regresar al tiempo.

Molly al ver a su hija frunció el ceño.

Makaria al verla le dedico una sonrisa.

- Buenos Días Madr- - Un golpe resonó en la sala, el rostro de la niña giro hacia la izquierda su cabello se movió al recibir la gran cachetada. La pelirroja miro a su madre directo a sus ojos. - Al parecer te has despertado con energía.. verdad? -

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