Mientras en la Némesis, Onslaught seguía alimentando su sed de venganza, en la base Autobot, la tranquilidad y el alivio por la recuperación de Lincoln continuaban.
Ratchet, tras asegurarse de que Lincoln estaba en condiciones estables, se dirigió a Optimus Prime con una expresión seria.
Ratchet: "Optimus, aunque Lincoln se ha recuperado físicamente, no podemos subestimar el peligro que aún nos acecha. Onslaught no es alguien que se rinda fácilmente. Debemos estar preparados para cualquier contraataque."
Optimus Prime, siempre cauteloso y sabio, asintió.
Optimus Prime: "Tienes razón, Ratchet. Debemos estar en alerta máxima. El despertar de Lincoln es un gran alivio, pero no podemos bajar la guardia. Los Decepticons seguramente estarán planeando su próximo movimiento."
Mientras tanto, Lincoln seguía recuperándose, agradecido por estar rodeado de amigos y seres que se preocupaban por él. Sin embargo, no podía sacarse de la mente la imagen de Streamline, y la calidez que sintió cuando ella lo abrazó y le habló al despertar.
Streamline, aunque mantuvo su distancia durante las siguientes horas, se encontraba cerca, observando a Lincoln con un sentimiento de cariño profundo. Su conexión con él se había fortalecido, y aunque sabía que su lugar era al lado de los Autobots, no podía evitar sentir una emoción que era difícil de describir.
Streamline (pensando): "No puedo permitir que nada ni nadie lo lastime de nuevo. No mientras esté cerca."
Pero en la Némesis, Onslaught estaba cerca de culminar su plan. Había estado en contacto con otros Decepticons, reuniendo los recursos y la fuerza necesaria para lanzar un ataque que no solo dañaría a los Autobots, sino que también desestabilizaría su base. Su objetivo principal era claro: Lincoln y Streamline debían ser eliminados.
Onslaught (pensando): "Cuando llegue el momento, no mostraré misericordia. Serán testigos de lo que sucede cuando te enfrentas a un verdadero Decepticon."
El ambiente en la base Autobot se mantuvo en tensa calma, con todos concentrados en sus tareas y preparados para cualquier eventualidad. Sabían que la paz que disfrutaban era frágil, y que en cualquier momento, la guerra podría reanudarse con más ferocidad que nunca.
Lincoln, mientras tanto, intentaba adaptarse a la situación, consciente de que la batalla no había terminado, y que tanto él como sus amigos estarían en peligro mientras los Decepticons continuaran en su búsqueda de poder y venganza.
Con cada minuto que pasaba, el choque entre la paz en la base Autobot y la ira en la Némesis se hacía más inminente. Y cuando finalmente estallara, solo los más fuertes y unidos saldrían victoriosos.
Lincoln finalmente regresó a casa, y su llegada no pasó desapercibida. Sus hermanas, que habían estado preocupadas durante su ausencia, se apresuraron a recibirlo en cuanto escucharon el sonido del motor del auto que se estacionaba frente a la casa. Aunque Streamline estaba en su forma vehicular, Lincoln sentía su presencia y el apoyo que le brindaba incluso en esa forma.
Al salir del auto, Lincoln se encontró rodeado por sus hermanas menores: Lily, Lisa, Lola, Lana y Lucy. Todas lo miraban con una mezcla de alivio, curiosidad y preocupación. Habían pasado días preguntándose dónde estaba, y ahora que lo tenían frente a ellas, no podían esperar más para obtener respuestas.
Lola fue la primera en hablar, su tono exigente pero con un toque de preocupación.
Lola: "¡Lincoln! ¿Dónde has estado? Mamá y papá no nos han dicho nada claro, y estamos cansadas de esperar."
Lisa, siempre racional, intentó mantenerse tranquila, pero era evidente que también estaba ansiosa por saber la verdad.
Lisa: "Sabemos que estuviste en un viaje, pero no tiene sentido que haya durado tanto. Necesitamos saber qué ocurrió."