más reliquias

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Al día siguiente, Lincoln se encontraba en la base Autobot, sentado junto a Rafa, Miko y Jack en la sala de espera. Los cuatro estaban relajados, compartiendo historias y riéndose mientras esperaban el regreso de los Autobots de su misión. La conversación fluía con facilidad, y Lincoln se sentía cómodo en compañía de sus amigos, aunque en el fondo no podía evitar pensar en lo que habían visto en la cueva el día anterior.

Miko, siempre la más enérgica del grupo, estaba en medio de una historia sobre una de sus últimas travesuras en la escuela, gesticulando con entusiasmo. —"¡Y entonces, justo cuando estaba por salir de la oficina del director, sonó la alarma de incendio! ¡No creerían la cara que puso!"— Todos se rieron, incluso Lincoln, quien disfrutaba del momento a pesar de sus pensamientos dispersos.

Jack, más tranquilo, sonrió y se dirigió a Lincoln. —"Y tú, Lincoln, ¿cómo va todo? ¿Algo emocionante últimamente, además de esa misión de reconocimiento?"

Lincoln, quien había estado algo distraído, se encogió de hombros con una sonrisa. —"Pues, aparte de lo que vimos en esa cueva, todo ha estado bastante normal. Aunque, si soy honesto, todavía me da vueltas en la cabeza lo que vimos allí. Es extraño pensar en versiones alternas de nosotros mismos."

Rafa asintió, interesado en el tema. —"Debe haber sido raro. Aunque, ya sabes, con todo lo que hemos visto aquí con los Autobots, nada debería sorprendernos ya."

Mientras conversaban, Lincoln echó un vistazo a Ratchet, que seguía concentrado en los datos que se mostraban en las múltiples pantallas frente a él. El Autobot médico estaba revisando cuidadosamente la información obtenida de la cueva, su atención completamente enfocada en el análisis. Parecía estar buscando cualquier anomalía o indicio que pudiera ser relevante.

Miko lo notó también y señaló hacia Ratchet. —"Miren a Ratchet, sigue trabajando duro. Ese tipo nunca descansa, ¿verdad?"

Lincoln sonrió, reconociendo la dedicación del médico Autobot. —"Sí, él siempre está en eso. Supongo que es bueno saber que alguien tan meticuloso está al mando de esto. Si hay algo más sobre esos cristales, estoy seguro de que Ratchet lo descubrirá."

Jack asintió, mirando también a Ratchet con admiración. —"Definitivamente. Ratchet es el mejor cuando se trata de este tipo de cosas. Mientras esté investigando, podemos estar tranquilos."

La conversación continuó, pero Lincoln no podía evitar seguir pensando en la misión reciente y en lo que los Autobots podrían estar enfrentando en su misión actual. Sabía que había mucho en juego, pero en ese momento, estar rodeado de amigos y en la base le daba un sentido de seguridad y esperanza.

En medio de una desolada zona montañosa, los Autobots se encontraban en una intensa batalla. El polvo se levantaba alrededor de ellos mientras intercambiaban disparos y golpes con los Decepticons, quienes también habían rastreado la ubicación de la reliquia. Esta vez, el objetivo era un artefacto antiguo: un martillo con el poder de transformar cualquier cosa en otra, una herramienta que podía cambiar el curso de la guerra si caía en las manos equivocadas.

Optimus Prime lideraba la carga, lanzando ataques estratégicos contra los Decepticons. A su lado, Bumblebee esquivaba los disparos con agilidad, contraatacando con ráfagas de energía. Arcee, con su característico estilo de combate rápido y letal, se enfrentaba a un grupo de Vehicons, superándolos con su precisión y habilidad. Bulkhead, aprovechando su fuerza bruta, se abalanzaba contra cualquier Decepticon que se le cruzara en el camino, asegurando que no se acercaran al objetivo.

Pero no eran solo los Autobots quienes demostraban su destreza en combate. Megatron, imponente como siempre, estaba decidido a tomar el martillo para sus propios fines. Su astucia y poder eran una amenaza constante, y no dudaba en emplear cualquier medio necesario para obtener la reliquia. Starscream, con su astucia habitual, intentaba maniobrar alrededor de los Autobots, buscando una oportunidad para arrebatar el martillo mientras los demás estaban distraídos.

mi amiga es un auto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora