que demonios

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Después de varios días de relativa calma en la base Autobot, el agente Fowler recibió una llamada inesperada de uno de sus superiores. El tono serio del hombre al otro lado de la línea indicaba que no se trataba de una conversación ordinaria.

"Fowler, ¿tus... alienígenas siguen en la base, verdad?" preguntó el superior, su voz cargada de preocupación.

Fowler, que había estado lidiando con varios asuntos rutinarios de la Tierra y los Autobots, respondió con confianza: "Sí, señor. Ninguno de ellos ha salido de la base sin mi conocimiento."

La línea permaneció en silencio por un momento, lo que hizo que Fowler frunciera el ceño.

"Entonces, tenemos un problema", continuó el superior. "Un grupo de personas que vive en una zona montañosa al noreste ha informado de actividad inusual. Dicen que han visto algo... metálico moviéndose entre los escombros. Algunos aseguran haber oído ruidos fuertes provenientes de lo que creen que es un ser mecánico. Queremos que lo investigues."

Fowler se detuvo a pensar por un segundo. Las montañas que mencionaban no eran una zona de interés habitual, pero si algo metálico se estaba moviendo allí, podría significar que no se trataba de algo terrenal.

"Entendido, señor. Iré a investigar. Haré una llamada a los Autobots, por si esto es más grande de lo que parece."

Antes de que el superior pudiera responder, Fowler ya estaba colgando el teléfono. Se dirigió rápidamente a la sala de comunicaciones de la base para alertar a Optimus Prime y su equipo sobre la situación. Si algo metálico estaba moviéndose en esas montañas, lo más probable es que estuvieran lidiando con algo relacionado con los Decepticons, o peor, con Megatron.

"¿Qué demonios está pasando allá afuera?", murmuró Fowler para sí mismo, mientras se preparaba para lo que seguramente sería otra larga y peligrosa misión.

El agente Fowler se dirigió rápidamente a la sala de mando, donde encontró a Optimus Prime revisando los sistemas de monitoreo. La atmósfera era tensa, y Fowler sabía que el tiempo era esencial.

"Optimus," comenzó Fowler, atrayendo la atención del Autobot líder. "Acabo de recibir información de uno de mis superiores. En una zona montañosa al noreste, hay reportes de actividad metálica. Algunos dicen que han visto algo moviéndose entre los escombros. Necesitamos investigar, y creo que deberías ser tú quien vaya."

Optimus lo miró con seriedad, considerando la situación. "Si hay una amenaza en esa área, no podemos permitir que se descontrole. Pero hay que ser cuidadosos. Podría ser una trampa."

"Lo sé, pero si esa cosa es peligrosa, lo mejor es que vayas tú. Eres el más fuerte del grupo y el líder. Tu presencia podría disuadir cualquier ataque de los Decepticons o cualquier otro peligro que esté acechando allí," respondió Fowler, enfatizando la importancia de su propuesta.

Optimus asintió, su mente ya trabajando en la estrategia que utilizaría. "Entendido, Fowler. Informaré a los demás y me prepararé para salir. Debemos estar listos para cualquier eventualidad."

"Gracias, Optimus. Estoy seguro de que podrás manejar esto," dijo Fowler, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad por la misión que estaba a punto de emprender el líder de los Autobots.

Optimus se volvió hacia el resto de su equipo, sabiendo que necesitarían prepararse para una posible confrontación. "Bumblebee, Ratchet, me acompañarán. Necesitamos estar listos para lo que sea que encontremos."

Bumblebee emitió un sonido de afirmación, mientras Ratchet se preparaba para un viaje que podría volverse peligroso.

Juntos, se pusieron en marcha, cada uno de ellos consciente de que lo que iban a enfrentar podría cambiar el rumbo de la lucha contra los Decepticons una vez más.

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