—¿Entonces hoy viene o no?—. La voz de Seth haciéndome la misma pregunta por tercera vez consecutiva llega a mí.
Pongo los ojos en blanco, inclinándome lo suficiente hacia atrás para que me vea por encima de la puerta de la taquilla del instituto. No son ni las ocho y media y ya quiero arrancarme el pelo mechón a mechón.
—Te he dicho hace diez minutos que no lo sé. Mi respuesta no ha cambiado desde entonces—murmuro y el fastidio es obvio en mi voz.
—¿Cómo que no lo sabes? Se supone que es tu novia—dice mientras cierro la puerta de la taquilla, con los libros necesarios para la primera clase del día ya en la mano, y nos encaminamos hacia el aula.
—Le pregunté ayer a ver si hoy iba a saltarse las clases también y ni siquiera me ha leído el mensaje. Así que no Seth, no lo sé.
—Joder, ojalá se recupere pronto. Se le echa de menos.
Por un momento, lo miro extrañado ante su primer comentario, pero es entonces cuando me acuerdo. Cuando me fui de su casa a principios de semana, me dijo que probablemente iba a faltar esta semana para asegurarse de que su madre se recuperaba como es debido. Así que cuando los chicos me preguntaron al segundo día de faltar Kayla por qué no estaba viniendo al instituto tuve que inventar una mentira rápida y creíble, por lo que decir que se había pillado un resfriado me pareció la mejor opción. Soy consciente de que Kayla no hubiese querido que nadie supiese lo que verdaderamente había pasado, por lo que he procurado mantenerlo en secreto lo mejor posible.
He intentado visitarla un par de veces, pero no me lo ha permitido. Cada vez que le mandaba un mensaje para pasarme por su casa me decía que todo estaba bien y que no hacía falta. Por el tono cortante de su respuesta intuí que no me quería allí así que no volví a insistir. Solo hemos hablado un par de veces más y ella no ha dejado de contestar a mis preguntas con simples monosílabos. No he querido presionarla, pero una parte de mí se siente herida en todos los sentidos posibles. He estado por y para ella en todos los momentos en los que me ha necesitado y, aún así, siento que ha puesto más distancia que nunca entre nosotros. E intentar descubrir el por qué está haciendo que me duela la cabeza.
—¿Debería preocuparme por esta repentina obsesión por mi novia?—digo y hago énfasis en la palabra "mi" para que capte mejor el mensaje. Mi rostro forma una expresión seria, pero por dentro lo único que siento es una curiosidad inocente.
—¿Por Kayla? Davies, es tu novia. Que me gustase sería como romper un trillón de códigos entre hermanos—exclama y me centro en su cara para descubrir si está mintiendo o no. Tras una rápida revisión llego a la conclusión de que me está diciendo la verdad.
Nos abrimos paso entre la cantidad de estudiantes y fulmino con la mirada cuando uno de primero colisiona contra mi cuerpo por estar haciendo el estúpido con sus amigos. No sé si es porque de repente me encuentro de peor humor, pero creo que me he pasado porque el chaval retrocede buscando el apoyo de sus colegas.
—Es que con ella es mucho más divertido soportar tu cara de culo—continúa diciendo Seth cuando entramos en clase y nos sentamos en nuestros asientos habituales.
—¡Qué casualidad!—digo y abro el libro en la página en la que nos quedamos ayer—. Soportar tu cara de culo es divertido... nunca, la verdad.
Noto como un boli me golpea una parte de la cabeza y no necesito girarme para saber que ha sido Seth. Lo recojo del suelo y se lo lanzo haciendo que rebote contra su frente.
—Desde que no está Kayla te has convertido en un gruñón, ¿lo sabías?
Murmuro una respuesta que ni siquiera yo soy capaz de descifrar y la risa vibrante y escandalosa de Seth hace que varias personas se giren para echarle una mirada rápida y que el profesor, que en ese momento estaba entrando por la puerta, le mire de malas maneras. Eso hace que ambos nos callemos y que la clase comience.
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La Propuesta
RomanceKayla lleva toda la vida enamorada de Jeydon Davies. Y, durante todo ese tiempo, ha llegado a comprender que sus sentimientos jamás van a ser correspondidos porque Jeydon está enamorado de su mejor amiga. Sin embargo, cuando este le ofrece una propu...