🍃Veintidos hojas

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Ni siquiera es un recuerdo mío, libro.

Te cuento que:

Ivan estaba ahí, contemplando una antorcha, como si estuviera sintonizado con el universo. De pronto, Azumi apareció.

—Tenemos que hablar —le dijo con un tono que dejaba claro que no se aceptaban excusas.

Ivan, en su estilo habitual de frialdad, no la miró de inmediato.

—¿Escuchaste? —preguntó Azumi.

Claro que escuchó. Pero él, sentado en un muro de piedra, tenía los codos sobre las rodillas y miraba al horizonte, mientras ella insistía en hablarle.

—¿Vas a seguir ignorándome?

Finalmente, Ivan la miró.

—¿De qué quieres hablar? —preguntó con esa apatía que él sabe manejar tan bien, aunque en realidad no parecía interesado en lo que ella tenía que decir.

Azumi se sentó frente a él, en otro muro.

—¿Es cierto que te uniste a ella por el Lunae Thriadis? —inquirió con una mezcla de irritación y desdén.

Ivan la observó como si le acabaran de revelar una pieza crucial de un rompecabezas.

—¿Por qué preguntas eso? —respondió el lobo.

Recordé que él no estaba presente cuando los espíritus del bosque discutieron su conexión con Emma.

—Los espíritus hablaron de ti antes de que llegaras. Dijo que te uniste a ella con el hilo de Luna. ¿Es verdad? —Azumi parecía convencida de que los espíritus podían mentir.

Más bien, ella solo quería escuchar un "no es cierto" de ivan. Con eso hubiera sido suficiente.

Ay querido libro, me cuesta ser serio. Te juro que esta gente espero aburrimiento.

Ivan parecía sorprendido, pero su fachada no lo mostraba. Nunca muestra lo que verdaderamente piensa. Es como un cubo de hielo. Cuadrado de pies a cabeza.

—¿Y eso qué? —soltó con su típica rudeza.

Azumi frunció el ceño, molesta, como siempre.

—Ivan, estábamos a punto de casarnos, claro que me importa. ¿Te has olvidado de nosotros? —lanzó ella.

¿Olvidarse de eso? ¡Por favor! Yo fui amigo de Azumi y mejor amigo de Ivan durante casi cien años bestiales. La relación entre esos dos no era para olvidar, sino para llevarla grabada en el alma como un trauma.

Si hubieras estado ahí, querido Libro, te hubieras arrancado las hojas tú mismo.

Al principio se amaban tanto que resultaba empalagoso. Luego se la pasaban discutiendo, y yo era el árbitro entre ellos, tratando de mantener la paz. Y que Azumi no matará a Ivan. Él siempre estaba calmado, ella era la que empezaba.

—Azumi —mencionó Ivan con una calma que parecía tener un toque de burla, aunque no lo era.

Ella lo miró con una intensidad que podría cortar el aire.

—Lo que tuvimos quedó en el pasado. Tú decidiste eso, así que no tienes derecho a saber nada más. —Ivan dio un golpe bajo.

Casi se me escapó un "¡En tu cara bruja!" Pero logré contenerme.

Azumi esbozó una sonrisa forzada.

—Dijiste que yo sería la única mujer que amarías —recordó ella. —Pero parece que...

Emma en el bosque de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora