CAPÍTULO 24 - PASABA POR AQUÍ (HETERO)

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Los alumnos estaban callados y haciendo su trabajo. Estaba tranquila sentada en mi silla, corrigiendo algunos exámenes. Terminé mi tarea, así que me entraron ganas de estirar un poco las piernas.

Me levanté de mi silla y dejé a los alumnos en sus respectivos pupitres y salí de la clase excusándome para ir al lavabo. Cuando me dirigía hacia los baños, pasé por el aula 18. Vi a Santi, el profesor de matemáticas.

La verdad es que siempre me había parecido muy guapo y amable, pero no me había adentrado en conocerlo mucho. Nos llevábamos bien y habíamos tenido algún tonteo entre nosotros, pero nada importante.

¿Me gustaba? Tal vez. ¿Se lo iba a decir? Rotundamente no.

Seguí hacia el baño y, una vez terminado, volví hacia mi clase. Volví a pasar por delante de su aula y cruzamos miradas. Me quedé quieta frente a la puerta y él se levantó hacia mi dirección.

-¿Qué haces por aquí? - me preguntó.

-Nada, simplemente pasaba por aquí.

-¿Sin rumbo? ¿No tienes clase?

-Sí, pero les he dejado trabajando, necesitaba ir al baño - respondí.

-Si es que tu clase es muy tranquila, ojalá los míos fuesen iguales.

Entre risas nos volvimos a mirar y me dijo:

-Oye, a la siguiente hora estás libre, ¿verdad?

-Sí - respondí - ¿Necesitas algo?

-Sí, es que todavía no me aclaro con el programa que han puesto y necesito que me lo expliques, yo no tengo clase, si quieres podemos vernos en la sala de profesores.

-Me parece bien.

-Pues nos vemos luego, entonces, que disfrutes sin hacer nada.

-Igualmente.

Volví a mi aula y me los encontré a todos tal y como los había dejado. Me paseé un poco por la clase para comprobar que todos estuviesen trabajando y volví a sentarme para pasar lo que quedaba de hora.

Cuando el tiempo pasó y la campana sonó, todos los alumnos ya estaban preparados en la puerta para salir de clase.

Yo lo hice tras ellos y me dirigí hacia la sala de profesores, como había acordado con Santi.

Cuando llegué, él ya estaba allí.

-Y luego la que no tiene trabajo soy yo - dije en tono de burla.

-Bueno, yo al menos no me voy paseando por los pasillos como los niños pequeños.

Nos reímos otra vez y me senté a su lado.

-A ver, ¿qué es lo que no entiendes?

-Mira, cuando entro en la barra de búsqueda para poner el nombre del alumno, me dice que falta un número.

-Pues ya está, solo ponlo y ya lo tienes.

-Déjame seguir - dijo cortándome - Una vez lo pongo me sale un panel con muchos botones y ahí ya me pierdo, mira.

Efectivamente, cuando entraba en ese panel de configuración, automáticamente saltaba a la pantalla una pestaña de datos e información.

-Vale, déjame mirar.

Cogí su ordenador y, después de tocar algunos sitios de los ajustes, pude arreglarlo.

-Vale, creo que ya está - le dije.

-Perfecto, vamos a ver.

Puso el nombre de un alumno, el número correspondiente y... se cerró la pestaña. Pero no lo hizo de cualquier manera, sino que dejó a la vista otra que había abierta... de Google... en pestaña Privada... en una página web para adultos... ¡¡CON UN VIDEO PORNO EN PAUSA!! Él se puso rojo instantáneamente y cerró el ordenador a toda prisa.

101 Microrelatos EróticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora