Delante de mi se encuentra una figura masculina cuyo rostro es tapado por un ramo de flores. Mi corazón va al ritmo de una locomotora ¿Owen ha venido a verme de sorpresa? Pero mi emoción se termina en seguida al ver que las manos que sostienen las flores son demasiado blancas.
- Gomennasai - pone una cara de tristeza fingida - Vaya veo que te has decepcionado al verme - da un paso hacia mi y yo retrocedo instintivamente - ¿A caso esperabas a otra persona?
Empiezo a detestar la palabra "disculpa" en japonés y no le respondo a su pregunta ¿Quién se ha creído que es este chaval? Al ver mi falta de respuesta prosigue.
- Te traído flores como disculpa por mi insensatez - me las entrega - he oído que a las chicas os gustan.
- Tú... - las recibo - ¿No has tenido muchas experiencias con chicas verdad?
- ¿Qué te hace pensar eso?
- No a todas las chicas nos gustan las flores...
- ¿Estás decidida a ponérmelo difícil verdad?
No entiendo su pregunta...
- Como sea... - le insto a que salga ya que había puesto un pie dentro de la habitación - muchas gracias y ya nos veremos.
- ¿Así y ya está? - se resiste - ¿Ni un abrazo, ni una pizca de emoción?
- He aceptado tu disculpa - me empiezo a mosquear otra vez - así que de momento es suficiente...
- Está bien señorita - retrocede - no la molesto más - antes de irse - me conformaré de momento con que hayas aceptado mis disculpas, nos vemos abajo.
Cierro la puerta y me quedo viendo las flores, la verdad que son muy bonitas pero estas no ayudan a que se calme el furor que siento por dentro.
Me visto a toda prisa recordando que he dejado tiradas a mis amigas y cojo el ascensor para ir al lobby. Mis amigas están sentadas en uno de los sillones viendo el móvil, me acerco hasta ellas.
- Hola chicas...
Me siento algo avergonzada por haberlas dejado tiradas.
- ¿Ya estás más tranquila?
Adriana se levanta y me abraza.
- Pensamos en dejarte un rato en paz hasta que se te pasase el enojo.
Maylen me mira, pero no se levanta.
- ¿Tan mal te fue con Fuyuki?
- Adriana - la miro muy seriamente - ¿Pero en que estabas pensando? - trato de no gritar mucho - ¿Te has olvidado que tengo novio?
Y le enseño mi dedo. ¿Os acordáis que antes de venir aquí, cuando me iba a montar en el coche, Owen me tiró de la mano para darme un último beso? Pues no solo hiso eso, sino que también puso un anillo plateado en mi dedo.
- Ese Owen si sabe marcar territorio. - Maylen se ríe.
- Oye que no soy un perro...
Las tres nos reímos. Increíblemente ya son las seis de la tarde y en este país es costumbre cenar a las siete. Mis amigas me dejan sola en el lobby para irse a duchar y arreglar; yo aprovecho para hablar con Owen. En España deben de ser las once de la mañana; gracias a Dios que existen las llamada de WhatsApp y no tenemos que pagar para poder hablar.
- Como echaba de menos tu voz...
- No exageres hombre que apenas ha pasado un día...
- Cierto, pero no es lo mismo tenerte a unos pocos kilómetros que a miles de kilómetros a distancia.
- Eres un exagerado - me río, Owen la verdad es que es muy romántico.
- Es lo que tiene estar enamorado.
Seguimos hablando hasta que las chicas aparecen delante de mi. Nos reunimos con el señor Roger y Fuyuki y nos vamos a un restaurante de sushi muy elegante, de esos que te preparan la comida al momento.
- Chicas tengo que deciros algo...
Todos miramos atentamente a Maylen.
- Me temo que no podré quedarme los dos meses acordados aquí porque dentro de dos semanas tengo un campeonato de futbol.
- ¿Juegas al futbol?
- De hecho ha ganado muchos campeonatos - le responde Adriana.
Y aquí viene el: "eso no me lo esperaba". Recordad que Maylen también es latina.
- ¡Eso es impresionante!
Espera ¿Qué?
- Juego al futbol desde que era pequeña y la verdad es que me encanta.
- Si quieres mañana te llevo a un campo donde juegan a futbol, así podrás practicar un poco.
- ¿Enserio? ¡Me parece genial!
- Por cierto eres Española pero tienes un acento un tanto peculiar...
- ¡Claro! - se ríe Maylen - ¡Será porque soy colombiana!
- Los colombianos son muy buenos jugando a futbol - ¿Le acaba de sonreír coquetamente? - no me extraña que tu también lo seas.
Maylen y Fuyuki empiezan a hablar sobre cosas de futbol y se pasan así el resto de la noche, se les ve muy entusiasmados. Yo voy delante con Adriana y su padre, y de tanto en tanto voy mirando hacia atrás, la verdad es que Fuyuki y Maylen hacen muy buena pareja. Pero ¿Por qué me siento molesta?
- Bueno Maylen - Fuyuki le da un beso en la mano - nos vemos mañana.
- ¿A las ocho va bien?
- A las ocho en el lobby.
Y se va tras acompañarnos al ascensor; se va sin despedirse de mi, digo de nosotras. Llegamos a la habitación y salimos a la terraza.
- ¿Te gusta Fuyuki?
Adriana no aguanta sacar a la maruja que lleva dentro.
- No - ese es un no rotundo - es buena onda y es un hombre bastante interesante, pero no es mi tipo, además... - se detiene y no dice nada más.
- ¿Además? - ahora soy yo la maruja - que ¿Tiene novia?
- No - Maylen se ríe - pero parecer ser que está interesado en alguien.
Siento un cierto alivio de que no sea Maylen ¿Pero porqué? Tal vez por tratarse de mi mejor amiga; creo que leo demasiados mangas. Seguimos hablando hasta que nos entra el sueño y nos vamos a la cama.
- ¿Y ese ramo de flores?
Me había olvidado del ramo de flores, hasta que Adriana se fija en ellas.
- Lo trajo un chico del hotel, cortesía de la casa... - Miento.
- ¿Y porque hay una tarjeta que pone: "Para Juliana, Gomen"? - Maylen me mira como si fuera sospechosa.
Yo me limito a encogerme de hombros y acostarme en la cama. Las chicas deciden quedarse con la intriga y no preguntarme nada más. Exhaustas por el largo día, nos quedamos dormida.
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Alma Latina, Corazón Nipón (En Corrección)
Teen Fiction🇯🇵JAPÓN🇯🇵 Juliana, una joven de 20 años, estudiante de arte y con un novio estable, cumple su sueño de viajar a Japón junto a sus dos mejores amigas. En el avión, tiene un incidente con un chico japonés, el cual no se imagina quien es. El mism...