Los rayos del sol me transmiten paz... aun así me rehuso a salir del futón; no quiero encontrarme con los tortolitos. La única vez que sentí celos en mi vida fue cuando mi padre se casó de nuevo.
Maylen no apareció anoche por la habitación, tal vez habrá dormido con Fuyuki. Nunca hubiese pensado que mi amiga fuese tan fácil; Juliana... ¿Se puede saber que estás pensando?
Decido levantarme al fin, haciendo trizas corazón y llenándome de valentía. Si hay algo que me caracteriza es mi coraje y mis ganas de ir hacia delante. Entro al baño y me miro al espejo, casi no he podido pegar ojo; me lavo la cara y me digo a mi misma:
- Tienes a Owen, el es verdadero amor de tu vida...
¿Por que me suena a consuelo, más que a confirmación?
Salgo del baño para vestirme, la verdad que no se que ropa ponerme...
- Buenos días...
Maylen entra a la habitación de forma cautelosa, me mira analizando mi estado de ánimo.
- Buenos días - trato de parecer normal - ¿Que tal tu noche?
- Bien... - Sonríe aunque noto una cierta tristesa en sus ojos - Supongo...
¿A caso no le fue bien con Fuyuki? Una parte de mi se alegra, pero como buena amiga no puedo reflejar esa alegría.
- ¿Dormiste con Fuyuki?
Pregunto con miedo a la respuesta.
- Si y - no se si quiera escucharla - no...
- ¿Si y no?
- Es complicado Juliana... - noto por su tono de voz que no quiere seguir hablando - el que seamos mejores amigas no significa que tenga que contartelo todo...
Vale, Maylen está de mal humor. Y si, tiene razón, el que seamos mejores amigas no significa que no podamos tener secretos.
- ¿Has traido bañador?
- Si ¿Porqué?
- Porque nos vamos a la playa...
Sin mas palabras, cojo mi mochila y me vuelvo a meter en el baño. Por suerte he traído mi mejor bañador. Que se note mi amor por las blusas de hombros caídos. Este es de color blanco con dibujo de hojas verdes y rojas. Me pongo un short jean, unas sandalias de playa y una pamela blanca con una flor roja.
Cuando salgo, Maylen ya está vestida; lleva puesto un vestido azul que le queda muy bonito.
- Vamos - me dice sin mirarme a la cara - el galán nos espera.
Nos encontramos con Fuyuki en la entrada del hotel y nos dirigimos hacia la estación de tren. El recorrido no es muy largo, en una media hora ya estamos en la playa.
Salimos de la estación y una vez estamos frente al imenso mar, salgo corriendo como una niña pequeña. Llego hasta la orilla, me quito las sandalias y dejo que el agua arrope mis pies. La cálida brisa del mar mueve mi pelo a su antojo. obligandome a sostener mi pamela para que esta no salga volando.
Fuyuki y Maylen llegan hasta donde estoy y se instalan; Fuyuki saca de su mochila un bento.
- Eres el chico de los bento, eh - me río.
- ¿Ya te sientes mejor?
- ¿Porque la pregunta?
- Anoche estabas... - se calla.
Desayunamos en silencio, contemplando el hermoso paisaje que nos ofrece la playa de Maizuru.
De pronto me fijo que hay unas chicas jugando a Volley. Doy un ultimo bocado a mi oniguiri, me acerco a ellas y les pido con gestos si puedo jugar; ellas parecen entenderme y me dejan participar.
Nos pegamos un buen partidaso, aunque quedamos empatadas. Las chicas de mi equipo chocan los cinco conmigo y las del equipo contrarío me dan la mano, luego nos despedimos con la reberencia tipica de Japón.- Eres muy buena jugando al volleyball - Fuyuki me aplaude.
- Gracias - respondo haciendo una reverencia.
- Juliana no juega campeonatos, pero es una gran aficionada al Volley... - comenta Maylen.
Me siento en la toalla para luego acostarme en ella, dejando que el sol me broncee. Para que no me queme la cara me la tapo con la pamela.
De pronto el sol deja de quemarme, así que me incorporo un poco para ver que ocurre. Delante de nosotros pasa un grupo de chicos y Fuyuki se ha sentado delante de mi a modo de muralla, simulando tomar el sol.Yo nunca he necesitado que me salven de situaciones complejas, en realidad me molesta que hagan eso, pero esta vez lo disfruto. Pasamos un rato más en la playa antes de coger el tren de nuevo a Tokyo.
- Bueno chicos - ya estamos en el hotel - me siento muy cansada así que me retiro.
Sin darles chance de que hablen camino hacia el ascensor, Maylen me sorprende al entrar conmigo.
- Pensaba que te quedarías con Fuyuki...
- Me quedaría, pero mañana hay que madrugar...- Maylen - le sonrío y os prometo que soy sincera - me alegro de que te hayas enamorado de alguien.
Maylen pronucia unas palabras en voz baja y me devuelve la sonrisa. Entramos en la habitación, Adriana no está.
- Juliana...
- ¿Sí?
Maylen me mira como si quisiera decirme algo.
- ¿Realmente está enamorada de Owen?
Su pregunta me coge de sorpresa.
- No entiendo tu pregunta...
- No es nada, es igual.
Y sin decir nada más se mete al baño, poco después escucho el sonido del agua.
🌸🌸🌸
Lunes, y Maylen tiene que coger un vuelo de vuelta a Barcelona. Nos levantamos temprano, si en esta historia nadie tiene chance de levantarse tarde. Adriana ya está trabajando junto a su padre y a mi me toca acompañar a Maylen; no se que habrá pasado entre esas dos, pero la amistad no es la misma.
Fuyuki nos espera en la entrada y ayuda a Maylen a subir las maletas al coche. Ella vuelve a ir de copiloto; el viaje transcurre en silencio total.
Nos encontramos en la puerta de embarque despidiendo a Maylen. Yo me alejo un poco para darles intimidad y me sorprendo, al ver de reojo, que se despiden con un choque de puños.
- Juliana - Maylen me llama.
- Te hecharé de menos muchacha - La abrazo.
- Mas vale que aproveches el tiempo - me susurra el oído - porque no te daré otra oportunidad.
Y se va ¿A que se refería?
- ¿Nos vamos? - Fuyuki me saca de mis pensamientos - te invito a desayunar.
- ¿Hoy no hay bentos?- No he tenido tiempo.
Nos subimos al coche y Fuyuki me lleva a una cafetería un tanto pija llamada February cafe.
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Alma Latina, Corazón Nipón (En Corrección)
Teen Fiction🇯🇵JAPÓN🇯🇵 Juliana, una joven de 20 años, estudiante de arte y con un novio estable, cumple su sueño de viajar a Japón junto a sus dos mejores amigas. En el avión, tiene un incidente con un chico japonés, el cual no se imagina quien es. El mism...