Los Rayos del sol me despiertan ¿O tal vez la inquietud de mi corazón? El día de ayer fue muy intenso para mi, aunque por suerte la tarde transcurrió tranquila.
Hoy es Lunes, día laboral para algunos y eso significa que tal vez puedo librarme de encontrarme con Fuyuki. Me levanto la primera y salgo a la terraza, me da curiosidad como es un día laboral en Japón.
Al igual que en Barcelona, la calle está muy transitada. Hay personas vestidas de traje y muchos estudiantes. Mientras en España los estudiantes salimos de vacaciones en Junio, aquí no salen hasta después del veinte de Julio y apenas estamos a día a ocho.
Regreso a la habitación y tras la rutina diaria me visto: falda hasta los tobillos, blanca, y una blusa amarilla que me deja los hombros descubiertos. Me pongo unas sandalias marrones y bajo a desayunar.
- Buenos días Juliana.
El padre de Adriana está a punto de entrar al restaurante también.
- Veo que hoy has sido la primera.
Me invita a pasar al restaurante y entra detrás de mi. Elegimos una mesa y vamos en busca el desayuno.
- ¿Qué tal te ha ido estos días?
Doy un bocado a mi tostada antes de empezar a hablar.
- Muy bien la verdad, he podido conocer el parque Ueno y ayer conocí una parte del río Subasa.
- ¿Hay más sitios que quieras conocer?
- Si me da tiempo me gustaría poder recorrer la mayor parte de Japón.
- Entre semana Fuyuki estará ocupado conmigo pero - señala a alguien que entra por la puerta- el fin de semana será todo vuestro.
- Buenos días Juliana - se sienta con nosotros - Buenos días jefe.
El Fuyuki de los Lunes es muy diferente al Fuyuki de los fines de semana. A parte de ir vestido con un traje muy elegante, su semblante es serio y muy profesional. Creo que él sabe separar el concepto laboral de el del ocio.
- Chicos - el señor Roger se levanta - me retiro de momento, tengo un asunto que atender.
En cuanto el señor Roger se marcha se vuelve a activar el Fuyuki de los fines de semana. Este se me acerca y se me queda mirando fijamente.
- Estás muy guapa...
Sin querer escupo el zumo que me estaba tomando, por suerte no le cae a él, y empiezo a toser.
- ¿No estás acostumbrada a que te digan eso? - acerca su rostro al mío - ¿O es que a caso solo te lo dice tu novio?
- No pienso responder a tu pregunta... - giro mi cara hacia otro lado - ¿Por qué te gusta molestarme?
- Supongo que me divierte...
- ¿A caso me crees ingenua?
- No - se ríe - pero me pareces muy interesante.
Y sin darme tiempo a responderle, se levanta, se despide y se va. ¿De que va este japonés creído y arrogante? Me quedo contemplando como se marcha, y sin darme cuenta dejo escapar un suspiro; una vez desaparece de mi vista, trato de continuar mi desayuno con calma.
Al ver que mis amigas aun no bajan, decido salir sola del hotel y aventurarme por la ciudad. Suerte que tengo el google traductor para poderme guiar un poco con las indicaciones. Camino por las calles de Tokio intentando recorrer cada rincón, pero con cautela; pese a que las calles suelen ser seguras, es mejor no fiarse tan a la ligera. Llego hasta lo que parece ser una biblioteca y gracias al traductor entro a la zona de libros en español; me siento a leer un rato hasta la hora de comer.
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Alma Latina, Corazón Nipón (En Corrección)
Teen Fiction🇯🇵JAPÓN🇯🇵 Juliana, una joven de 20 años, estudiante de arte y con un novio estable, cumple su sueño de viajar a Japón junto a sus dos mejores amigas. En el avión, tiene un incidente con un chico japonés, el cual no se imagina quien es. El mism...