POV VICKY
—Ella… Hicimos todo lo que pudimos. — Las lágrimas corrían por mis mejillas, sentía que mis piernas fallarían en cualquier momento. Esto no puede estará pasando no puedo perderla… No a ella. — Pero… Samantha sigue en estado crítico. Su corazón falló dos veces, pero logramos estabilizarla por ahora. Sin embargo, su condición es extremadamente delicada, y los próximos minutos son cruciales.
Sentí que el suelo se desmoronaba bajo mis pies. Ari y Ama me sostuvieron de nuevo, tratando de darme fuerza cuando yo no tenía ninguna.
—¿Podré verla? — Pregunté, mi voz apenas un susurro. El médico asintió lentamente.
—Podrás verla, pero en unas horas y solo por unos minutos. Necesitamos que esté en un ambiente tranquilo, sin estímulos que puedan afectarla.
Yo asentí, tomando nuevamente asiento esperando hasta que el médico me indico que ya podia pasar a verla.
Me levanté, sintiendo como mis piernas temblaban, pero me forcé a mantenerme de pie. Tenía que verla, tenía que estar con ella aunque fuera solo por un momento. Ama y Ari me acompañaron hasta la puerta de la habitación, pero esperaron afuera mientras yo entraba.
La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la luz suave de las máquinas que rodeaban a Samantha. Mi corazón se rompió al verla así, tan frágil y pequeña en esa cama. Me acerqué lentamente, tomando su mano fría entre las mías. Acaricié su piel con suavidad, tratando de no pensar en lo que podría pasar.
—Samy… por favor, resiste. No te vayas… no me dejes… —susurré, inclinándome para besar su frente.
Él silencio era abrumador, roto solo por el sonido rítmico del monitor cardíaco. Me senté a su lado, sin soltar su mano, como si mi toque pudiera mantenerla aquí, conmigo.
—Te amo… —dije, mi voz quebrándose de nuevo. Las lágrimas caían sobre su piel, y todo lo que quería era verla abrir los ojos, verla sonreír una vez más.
Pero ella no se movió, no respondió. Y todo lo que podía hacer era quedarme allí, esperando, rogando, suplicando que no se me fuera.
Pasaron horas, o al menos eso sentí, en las que me negué a moverme de su lado. El frío de la habitación se había instalado en mis huesos, pero no me importaba. Lo único que me importaba era el débil aliento de Samantha, el ligero movimiento de su pecho que me decía que seguía con vida. Me aferraba a eso, a esa pequeña señal de esperanza en medio de un mar de incertidumbre.
Las enfermeras entraban y salían en silencio, revisando sus signos vitales, ajustando medicamentos, pero no decían nada. Cada vez que una se acercaba, sentía que mi corazón se detenía por un instante, temiendo que me dijeran que algo había cambiado, que el frágil equilibrio que mantenía a Samantha con vida se había roto. Pero solo me miraban con compasión, y eso era casi peor. La compasión significaba que no había mejoría, que la esperanza era cada vez más delgada.
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EYES TO EYES (Rivers x Young miko)
Fiksi Penggemar- ¿Entonces te gustó? - Asiento. - Sí, me gustas Vicky. Está es mi primera historia de Riviko (Rivers x Young Miko).