Trato De No Asociarme

Capítulo 21: Recuperando el control

Llegar a casa fue más rápido de lo que pensaba. Subir el equipaje a mi habitación es un poco complicado aunque lo logró, pronto será de día lo único que necesito es pensar como solucionar para que está situación no se salga de mis manos.

El acuerdo era fingir ser novia de Gabriel seguir con su estúpida mentira para que él cumpla con su palabra de irse de la empresa, él sabe que toda está situación iba a terminar de esta manera.

Tomó mi laptop tan rápido como puedo empiezo a escribir. Me duele los dedos, me estiró un poco para volver a escribir está habitación es de cuando era una adolescente el escritorio es algo incómodo.

De tanto ver las pequeñas letras en la pantalla de laptop me marea un poco tengo dos horas escribiendo, modificando los párrafos más importantes.

Jamás me había enfocando tanto en hacer un escrito tan específico donde todas la reglas esten claras.

Sin duda alguna ésto me alivia un poco volver a tomar el control de las cosas me encanta.

                         *     *     *

Siete de la mañana. El ascensor es un poco lento. He traído un vestido de color rojo al trabajo nunca lo había hecho. Me siento bien. No recordaba una mañana tan bonita como la de hoy.

Es lunes todos están en su puesto de trabajos, las secretarias están más que trabajando. Buenos días para todos es lo único que salen de mis labios.

Me dirijo hacía el pasillo donde se encuentran las oficinas.

Traigo el portafolios, tocó a la puerta.

– Adelante.

Abrí la puerta cuidadosamente.

– Buenos días Gabriel –digo con una sonrisa.

Tomó asiento, del portafolio tomó unos papeles los dejó en mi regaso colocó el portafolio en el suelo. Lentamente dejo los apeles sobre el escritorio.

– ¿Que es éso? –dice Gabriel confundido.

– Un contrató, ¿Sabes que es un contrató? –digo con una sonrisa burlona.

Él no dice nada, puedo ver como me observa con curiosidad. Gabriel mirá el papel por unos segundos hasta que lo toma y empieza a leer.

– Sé que es un contrato Mónica –dice leyéndolo.

Trato de encontrar alguna expresión en su rostro que me demuestre que es lo que está pensando.

– ¿Tenías que traer estos papeles en un portafolio? –dice con una aceja enarcada.

– Si –digo sonriendo.

– Que dramática eres –dice mientras quita la mira.

– ¿Sabes? Te estás tomando ésto como un juego Gabriel y a mí no me gusta que jueguen conmigo –

– ¿Porque hiciste una contrató? ¿Para quién es? –

– Para tí o mejor dicho para nosotros –digo firmé.

– ¿Es una broma? –dice confundido.

– No, para mí los acuerdos son muy importantes si prometes algo lo debes cumplir. Le estás dando muchas vueltas a este asunto te he dado mi palabra aunque no confíe en tí –

– ¿A qué se viene tanta desconfianza Mónica? –dice con una sonrisa burlona.

– Voy a ir a esa boda contigo pero luego del fin de semana te vas de la empresa y desapareces de mi vida –