I
Florencia Fernández
22-09-22
¡El condenado tenía novia!
¿Cómo iba yo a saberlo?
Es tan complicado espiar detrás de las puertas para una persona que no lo ha hecho en toda su vida.
Mi Nitofobia es horrible, pero tener un novio mentiroso y manipulador lo es el doble, el triple y el cuádruple.
¿Y si en realidad no es mi novio?
¿Si en realidad no existe?
II
Estamos dentro de un cuarto de enfermería, donde Federico está acostado en una cama, sus ojos parecen oscurecidos y llenos de fatigas.
Yo me acerco con cautela, con una mirada furiosa en mi rostro. Es posible aparentar delante de los que amamos una emoción que no sentimos, Pero para mi es imposible sonreírle a un maldito infeliz que no me ha sumado ningun premio de primera ni de feria, sino de consolación, y de los baratos.
—¿Por qué mentiste? — pregunto — ¿Por qué me dijiste que no era tu novia, pero después me das una carta diciendo que me amas?
Federico sacude la cabeza y se sienta lentamente.
—No quería decirte nada. No quería hacerte parte de mi mundo horrible. Pero sí te amo, Florencia.
—¡Eso es una mentira!
—¡No lo es! Debes creerme...
—Entonces explícame qué hace ella aquí.
Era una chica joven y hermosa, nunca había escuchado su nombre, Pero se lo sabía de memoria; Carmelina está sentada junto a la ventana, contemplando el paisaje. Su pelo es oscuro y lustroso, y su piel es suave y morena. Sus ojos son profundos y llenos de historias, con una pizca de maldad oculta.
—¿Qué estás haciendo aquí? — pregunta una voz desde la puerta.
—Mirando al mundo — dice Carmelina sin volverse a mirar a sus espaldas — Es un hermoso día para mirar al mundo.
El hombre que está en la puerta entra en la habitación, y es su novio, Federico.
—Me gusta mirar al mundo contigo — dice él, y se sienta junto a ella.
—¿Cuándo te convertiste en tan sentimental? — pregunta la chica, mirándolo y sonriendo.
—¿Sentimental?, Solo estoy diciendo la verdad. Después de todo, este es el lugar donde la veo.
Carmelina le pega un codazo y se vuelve hacia él.
—Eso no era para que me hagas cumplidos, Federico. Era para que te relajaras.
—Lo siento — suspira, con una sonrisa tonta en su cara. — Estoy muy cansado.
—Bueno, ¿qué estamos esperando?, — Carmelina aprieta su brazo contra el de su galante novio. — Tenemos un partido importante esta noche, y luego tenemos que ir a mi casa a preparar la cena.
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Rosas Rojas, Mi Alma Entera
Fiksi RemajaTener 18 no es nada del otro mundo, y regalar una rosa roja tampoco lo es; es algo irónico celebrar un año más de vida cuando en realidad nos estamos acercando más a la muerte... ¿No Creen? Federico García es un chicuelo de muy tierna edad, el cual...