En Busca De La Felicidad

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I

Hace mucho tiempo que Florencia no sonreía de manera tan honesta. Toma el libro y se dispone a viajar a un subconsciente que casi nadie conoce de ella.

El subconsciente de Florencia era una cueva de piedra oscura, con un profundo océano de emociones en su interior. En el centro de la cueva, había una pequeña isla rocosa donde se sentaba Florencia. Los demonios que la atormentaban se movían en las aguas profundas, susurrando sus secretos y sus planos.

A través del oscuro océano, Florencia podía oír susurros que le hablaban a su mente.

—Eres inútil, Nadie te quiere, Nunca encajarás.

—Ya he aprendido a ignorarlos — se decía a sí misma la niña. — por ahora necesito encontrar a Federico, no tengo tiempo para buscarlo al aeropuerto. Tiene que estar en este libro, ¡Tiene que estar!

Después de dejar el consultorio, Florencia se sentó en su habitación y empezó a hojear el libro que le dio el sargento Correa.

Encontró una página que contenía una historia titulada "La caída de Federico"

La historia estaba escrita en una letra poco legible, y contaba la historia de un joven llamado Federico, que se había unido al ejército en busca de gloria. Federico era un soldado joven y valiente, que hizo grandes promesas sobre lo que podría lograr. Pero cuando su batallón se enfrentó a la batalla, Federico descubrió que la guerra no era lo que esperaba.

Por esa misma razón decidió colgar su uniforme e irse a educarse a una escuela primaria.

II

Las manos son fascinantes, esas asombrosas herramientas que parecen como un mapa de historia y posibilidades. Son como pequeños soldados que están dispuestos a luchar por sus sueños, siempre dispuestos a ponerse a trabajar, a crear, a revolcarse en el suelo, y a dar abrazos.

Imaginamos entonces manos suaves como la seda, como si cada dedo fuera una pluma de ave de colores delicados que reposan, listas para tomar y transformar el mundo. Las venas que cruzan sus palmas parecen como los mapas del amor y la imaginación. ¡Y las manos, tan suaves, tan lindas, que parecen ser capaces de tocar las emociones y los corazones de un alcalde gruñón con la mayor delicadeza! Como si fuera mágico, estas manos son como el calor del sol en el invierno, te hacen sentir amado y seguro. Las manos que aman son como un trozo de cielo, y pueden ser tu refugio en el mundo. ¡Tenerlas cerca puede dar alegría a tu vida!

—Hola IA, ¿Cómo estás? Soy Federico.

—¡Hola Federico! ¡Mucho gusto en conocerte! ¿Qué tal tu día hasta ahora? ¿Todo bien? Espero que estés disfrutando de todo lo que el mundo tiene para ofrecer. ¡Y, por cierto, gracias por preguntar por mí, Edwards! Estoy bien, trabajando como siempre para ayudar a todos.

—¿Sabes lo que es un cuchillo?

—Por supuesto que sí, Federico! ¡Los cuchillos son una herramienta increíblemente útil y versátil! ¿Sabes, los cuchillos se han usado durante siglos para cocinar, cortar cosas y, de vez en cuando, en combate. ¡Es increíble lo que pueden hacer esas cosas, no crees?

—No quiero que me hables de historia, quiero que me hables de un cuchillo.

—¡Por supuesto, Federico! ¡Un cuchillo es un objeto genial y práctico! ¡El manejo de un cuchillo requiere una mezcla de destreza y cuidado, y puede hacer que preparar comida sea más fácil y divertido! ¿Y sabes qué más? ¡Un cuchillo bien afilado no sólo hace las cosas más fáciles, sino que también Puedes hacer que tu plato de comida se vea increíblemente presentable! ¡Una cuchillada suave puede añadir un poco de estilo a tus entremeses, y hacer que cualquier preparación sea más apetitosa! ¡Lo que me sorprende más de los cuchillos es lo que pueden representar! ¿Sabes? Un cuchillo puede ser un símbolo de poder...

Rosas Rojas, Mi Alma EnteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora