El Dios del Internet

Capítulo 1:Adrián

"¡Vamos Adrián, tómate una cerveza con nosotros, esta será nuestra última noche juntos!". Dijo una chica mientras sostenía mi brazo para mantener el equilibrio, pero me miró expectante.

En ese momento, todos los alumnos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que se habían graduado conmigo esa noche estaban celebrando nuestra última noche juntos. 

A partir de esa noche cambiaríamos nuestro estatus de "estudiantes, el futuro de la sociedad" a "desempleados, la escoria de la sociedad", una broma interna que teníamos durante nuestro último año. 

No es que todos estuvieran desempleados, ya había algunos compañeros que consiguieron trabajo en grandes empresas, algunos trabajaron en empresas de software para teléfonos inteligentes, otros en empresas de desarrollo de teléfonos inteligentes, otros se centraron en otras áreas de la tecnología.

Yo fui una excepción.

¿La definición de "Jack of All Trades"? Ese era yo, Adrián Williams.

Me ha interesado la tecnología desde que era adolescente, he aprendido sobre desarrollo de software, cómo funciona el hardware, desarrollo de juegos e incluso inteligencia artificial en los últimos años.

Pero aunque profundicé un poco en cada uno de estos temas, antes de llegar al fondo de cada uno, encontraba algo más que me interesaba y cambiaba mi enfoque a esa otra cosa.

Esto me hizo difícil conseguir un trabajo porque mi falta de concentración realmente no me ayudó a elegir el área que quería seguir como carrera.

Por supuesto, desarrollé algunos juegos y aplicaciones mientras estaba en la universidad, lo que me valió una buena cantidad de dinero y me dio la seguridad financiera para no apresurarme a encontrar el campo que deseaba.

Finalmente, esta mañana recibí una invitación muy interesante.

La empresa de juegos que me inspiró mucho me invitó a participar en un proyecto de juego innovador que estaban desarrollando.

Por la información que me pudieron dar, todo el proyecto involucraba diferentes áreas de la vida que ninguna otra empresa se había atrevido a incluir en su juego.

Y eso me interesó, me interesó tanto que estaba segura de querer ser parte de ello.

Así que rápidamente confirmé mi asistencia con ellos y mañana por la mañana tomaría un vuelo a Edimburgo, Escocia, donde se encontraba su sede.

Mientras miraba a mis compañeros de clase, las amistades que había hecho y que probablemente nunca volvería a ver, mis ojos volvieron a la chica que me sostenía del brazo.

Emily Méndez, una hermosa chica latina, un genio en el estudio y desarrollo de la IA, la razón de mi reciente interés en la IA, actualmente trabajando en un puesto senior en CloseAI, un exponente del desarrollo de la IA en el mundo, me miraba expectante. 

Desde la primera vez que la vi sentí que nos llevaríamos bien, por lo que nuestra amistad se desarrolló muy bien durante los 4 años que duró el curso, lamentablemente ninguno de los dos tomó la iniciativa de hacer algo más que amistad, a pesar de que ambos sentíamos la intensa tensión sexual que teníamos.

Pensando que esta sería nuestra última oportunidad, aproveché que ella me tomaba del brazo y decidí disfrutar el resto de la velada con ella.

"¿Qué tal si llevamos esta última cerveza a otro lugar, Emily?" Pregunté con mi boca cerca de su oreja.

Tan pronto como le hablé al oído, sentí que Emily se congelaba antes de asentir levemente.

Sin decir una palabra, salimos del bar abrazados y nos quedamos en la acera esperando un taxi en silencio, simplemente disfrutando de la presencia del otro y aprovechando ese contacto físico que no habíamos tenido durante nuestros años juntos en la universidad.