Capítulo 26: Piel con piel.

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°

° Roier °


Despierto al sentir movimiento en la cama, al abrir los ojos me doy cuenta que es bastante tarde, demasiado porque el sol se estaba ocultando y porque mi estomago ruge a falta de alimento, me siento algo desorientado viendo la habitación en la cual estoy hasta que capto que estoy en casa, que estoy junto a mi osito, es cuando me doy cuenta que su reconfortante calor y peso ya no están sobre mí, rápidamente volteo a mi lado y no hay nadie solo el lugar tibio, me doy cuenta que la puerta esta ligeramente abierta.


Me pongo de pie estirándome un poco para desperezarme, salgo de la habitación con la intención de ir a la cocina por algo de beber porque también tenia la garganta seca, pero me detengo antes de acercarme por completo, Missa y Spreen están charlando en voz baja tranquilamente sobre el fin de semana ya que siempre era para ir a ver a sus padres, tal parece que estaban viendo si invitar a mi familia para festejar que había vuelto, eso me enternece demasiado, decido acercarme del todo, Spreen esta cocinando no sé qué.


Missa me ve de reojo, pero no dice absolutamente nada, me pongo detrás de mi osito y lo abrazo tranquilamente recargando mi cabeza en su hombro para ver que cocina, él no se sorprende mucho como creí, solo lleva una de sus manos encima de las mías dándoles un ligero apretón, ante ello le doy un besito en el costado de su cuello mientras aspiro su rico aroma, me encantaba la colonia que usaba mi pareja, era realmente deliciosa y varonil.


- ¿Cómo durmió la bella durmiente? – pregunta mi osito con una sonrisa pequeña.

- Muy bien, solo que mi príncipe me dejo solito y eso me despertó... eso y el hambre – aquello hace reír a los hermanos, yo solo sonrió viendo el sartén donde hay unos buenos bistecs.

- Vaya princesa me ha tocado – bromea volteando a verme.

- Príncipe, que tengo pito hoy tienes algo con decirme que soy mujer ¿algo que tengas que decirme? – pregunto con una risita, solo resopla.

- Sí, que me sueltes y me pases unos platos – pide divertido.

- Claro mi amor, lo que tú quieras – le doy un besito en la mejilla y hago lo que me pide, Missa resopla una risa.

- En verdad parecen un matrimonio de cuarenta años, malditamente domésticos... ¿cuándo se casen me dejaran vivir con ustedes? – pregunta mi mejor amigo, volteo a verlo con una sonrisa, pero noto que no esta bromeando lo que me hace sorprenderme.

- ¿Es neta? – pregunto para confirmarlo, al escuchar mi seriedad Spreen también voltea.

- Sí, me encanta estar con ustedes y no creo que eso cambie, aunque tengamos treinta y tantos, seré su chacha sin pedos – comenta encogiéndose de hombros.

- ¿Y qué pasara con Philza? – ahora me siento confundido.

- Pues seria chido vivir los cuatro juntos ¿no? – ante eso Spreen me quita los platos de las manos y los pone en la encimera.

- Ni en pedo sucederá eso – dice su opinión mi pareja.

- ¿Por qué no? Ya se llevan mejor y de aquí que tengamos treinta y tantos pues ya serán los mejores amigos, los gastos se dividirían simplemente seria perfecto – opina ilusionado.

- Missa deja de decir boludeces, en cuanto terminemos la universidad pienso independizarme con mi pibe... vos podes quedarte el tiempo que quieras hasta que seas estable, pero tu pibe ni en pedo vivirá con nosotros – suelta con un tono irritado, normalmente le diría que no le hable así a su hermano, pero debo admitir que yo pensaba lo mismo que Spreen.

He is an Angel | AU QSMP/Spin-Off | SpiderBear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora