Magos | 2

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—¡Esto no puede ser! —seguía exclamando Douxie mientras se agarraba el pelo, frustrado.

—Relájate Doux —repetía a su vez Archie.

Yo miraba todo desde la mesa, mientras comía un trozo de pizza sin entender nada.

—¿Alguien va a decirme que es lo que está pasando? —repliqué con ceño fruncido.

—No, no, no, no... —seguía el mago, sin estarse quieto—. ¡Esto no tiene ningún tipo de sentido!

Me puse de pie y me acerqué a él. Lo tomé por los hombros y lo sacudí, intentando que prestara atención.

—Douxie, enfócate —exclamé.

Él simplemente estaba pálido. Murmuraba cosas sin sentido. Intercambié una mirada con Archie y solté un suspiro.

—Arch, en este momento tú estás más estable... psicológicamente hablando —repliqué en tono confundido—. Propongo que seas tú quien me lo explique.

El gato subió a la mesa con severidad.

—Bueno... No es que yo sepa mucho —empezó—. Pero esto no es algo que pase todos los días. Los Zueto Amnesis son criaturas sumamente raras.

—Ajá —asentí.

—¿Sumamente raras? —interrumpió Douxie, golpeando la mesa—. ¡Son criaturas increíblemente milenarias y solo aparece una vez cada miles de siglos!

—Relájate —advertí—. Continúa, Archie.

—Los Zueto Amnesis son los espíritus guía de los hechiceros natos —explicó con suavidad.

Enarqué una ceja.

—Ajá y... ¿Por qué estamos hablando de ello ahora? Digo, no es cómo si hubiera visto uno o...

—¡Sí que lo viste, Liz! ¡Un Zueto Amnesis estuvo aquí! ¡En nuestra casa! —Douxie estaba cada vez más frustrado.

Nuestra... Sonó bastante raro oír eso salir de su boca. No le dí mucha importancia, puesto que literalmente estaba al borde de un cortocircuito.

—Oh... supongo que no lo ví...

—¡Claro que lo viste! —exclamó—. ¿De dónde crees que viene el sufijo Amnesis?

—¿Podrías ser más específico? Desde que comenzaste a hablar no estoy entendiendo nada de lo que dices.

El mago se sentó frente a mí y se pellizcó el puente de la nariz.

—Es algo demasiado tedioso de explicar...

—Pues empieza ahora, porque en serio, en serio, me estás poniendo de los nervios. Además, tenemos todo el tiempo del mundo —hice una pausa—. Respira hondo e intenta calmarte.

El mago obedeció y luego me miró a los ojos.

—Dígamos que hay varios tipos de magos... Simplifiquémoslo a tres grandes grupos: los natos, los adquiridos y los hereditarios.

—Ajá... ¿Y...?

—Los hechiceros natos son aquellos que nacen con dotes mágicos, aunque algunos no los desarrollan hasta algunos años después, cuando... los Zueto Amnesis los guían —suspiró—. Los adquiridos son los aprendidos con los años. Se necesita a un maestro para poder desarrollarlos por completo.

—¿Cómo tú?

Él asintió, pensativo.

—Y los hereditarios son aquellos que se heredan por medio de un familiar. Normalmente se dan cuando ambos progenitores poseían dotes mágicos, pero hay raros casos en los que no es necesario que sea un familiar directo. Se puede remontar a un tatarabuelo o hasta un tetrabuelo. O quizá más.

Yo En Relatos De Arcadia | Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora