Terminada la reunión Martin no aguardó ni un solo segundo antes de abandonar la sala, dejando detrás a ese león que sollozaba en el interior de Arton, llamando una y otra vez por aquel hombre que no le había dedicado más de tres miradas durante las dos horas que estuvieron reunidos.
—Matt —llamó Arton cuando notó al otro poniéndose de pie listo para retirarse.
Matt giró sobre su eje para mirarlo de frente, elevando apenas su ceja en claro gesto de incomprensión.
—Dime.
—Me alegra volver a trabajar contigo —aseguró Arton extendiendo su mano en dirección al ejecutor.
Bueno, en realidad los dos se habían entendido bastante bien durante todo el tiempo que trabajaron juntos, cuestión que sucedió por años, todos los que Matt fue segundo ejecutor y luego ejecutor principal.
—Por lo menos tenemos a favor que ya sabemos comunicarnos entre nosotros solo con señas —aceptó apretando la mano de quién alguna vez fue su Alfa.
—Debemos estar alertas —dijo Arton—, Cló es muy profesional pero posee demasiados intereses personales involucrados. Por favor, no le quites un ojo de encima —pidió en tono bien bajo, sabiendo que nadie lo escucharía ya que estaba a solas con aquel hombre.
—Ya no eres mi Alfa, no puedes darme órdenes —respondió con seriedad—. Mentira, yo también estoy preocupado por ella —aceptó acercándose hasta él solo para palmearle con fuerza la espalda.
—Felicitaciones por tu enlazamiento —dijo cambiando drásticamente de tema y siendo completamente sincero.
—Gracias. Summer es lo mejor que me ha pasado —dijo un tanto embobado al recordar esa lobita preciosa que lo esperaba en casa.
—¿Puedo consultarte algo? —preguntó evidentemente tímido.
Matt elevó de nuevo esa ceja elegante y esperó a que Arton continuara. Él lo había visto en muchas situaciones, exudando miles de emociones, pero estaba seguro que nunca fue timidez lo que atravesó el semblante del ex Alfa.
—Claro —respondió un tanto intrigado.
—¿Sentiste algo particular en cuanto la encontraste?
—En realidad no al momento de verla. Trabajé mucho a su lado antes de sentir el reclamo.
—Bien —murmuró pensativo.
—De todas formas había ciertas cuestiones a resolver antes de sentirme completamente libre para aceptarla sin lastimarla —agregó intentando ser lo más claro posible aunque no sabía muy bien hacia dónde iban con aquella conversación.
—¿Crees que si todo hubiese estado resuelto lo habrías sentido al instante de verla?
—Es posible —dijo luego de meditarlo un poco—. Pero sabemos que los felinos tenemos otras percepciones con respecto a los enlazamientos, que no nos sucede como a los lobos. Salvo con ustedes, los mando, ustedes sí tienen ese lazo —explicó recordando lo que Aly alguna vez le enseñó en una de las tantas reuniones que compartieron fuera del ámbito laboral.
Arton escuchó atento, analizando cada dato que ese león le arrojaba como si nada, como si él supiese todo aquello. Pero no, en realidad él no sabía que aquellos que tenían auras de mandos eran monógamos, o por lo menos la mayoría, jamás le había interesado saberlo y, debido a su naturaleza felina, supuso que él no lo era, aunque tampoco podía asegurarlo en ese momento, porque si bien si animal no dejaba de reclamar por Martin seguía insistiendo en sus sentimientos sobre Cló, así que, en realidad, estaba un tanto agobiado debido a tanta emoción que se mezclaba en su interior.