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La noche estaba silenciosa en Hogwarts, y el castillo se encontraba en calma mientras Harry, Hermione, Ron y Severus Snape se preparaban para su misión. Con el Lente del Clarividente en su poder, el grupo se dirigió al terreno del castillo, donde sabían que el Círculo de la Niebla debía encontrarse. La luna llena iluminaba el paisaje, creando largas sombras que parecían moverse por sí solas.

—Estamos cerca —dijo Snape, mirando el mapa antiguo que habían consultado—. Según el mapa, el Círculo debe estar en una zona boscosa cerca de los terrenos de Quidditch.

Con cuidado, el grupo se adentró en el bosque, siguiendo las indicaciones del mapa. El ambiente estaba cargado de una energía mágica, y las sombras parecían moverse de manera inquietante. El Lente del Clarividente colgaba de un cordón en el cuello de Harry, listo para ser usado.

Después de caminar durante un tiempo, llegaron a un claro en el bosque. El lugar estaba cubierto de niebla espesa que parecía no disiparse, incluso con la luz de la luna. La atmósfera era densa, y Harry podía sentir el peso de la magia en el aire.

—Este es el lugar —dijo Hermione, observando la niebla—. El Círculo de la Niebla debe estar aquí.

Snape asintió y se acercó a Harry.

—Utiliza el Lente del Clarividente —dijo Snape—. Debe permitirte ver y activar el Círculo oculto en la niebla.

Harry levantó el Lente del Clarividente y miró a través de él. A medida que ajustaba el enfoque, la niebla pareció disolverse parcialmente, revelando un patrón circular en el suelo. El patrón estaba adornado con runas antiguas y símbolos mágicos que brillaban débilmente bajo la luz del Lente.

—¡Lo veo! —exclamó Harry—. Hay un patrón en el suelo, justo aquí.

Hermione y Ron se acercaron, y Snape comenzó a examinar el patrón con atención.

—Este es el Círculo de la Niebla —confirmó Snape—. Necesitamos realizar el ritual para activar el Círculo y restablecer el equilibrio mágico.

Hermione sacó un pergamino con los detalles del ritual y los componentes mágicos necesarios. Habían reunido los ingredientes con antelación, y ahora estaban listos para proceder.

—El ritual requiere que coloquemos los componentes en el Círculo en el orden correcto y pronunciemos un hechizo de activación —explicó Hermione—. Asegurémonos de seguir las instrucciones con precisión.

El grupo comenzó a preparar el Círculo. Colocaron los componentes en los puntos específicos del patrón y comenzaron a recitar el hechizo de activación. Mientras lo hacían, la niebla en el claro empezó a agitarse, y una luz mágica comenzó a emanar del Círculo.

De repente, la niebla se volvió más espesa y oscura, y el suelo comenzó a temblar ligeramente. Una serie de sombras emergieron de la niebla, moviéndose de manera errática. Las sombras parecían cobrar vida, formando figuras que se aproximaban al grupo.

—¡Cuidado! —advirtió Snape—. Las sombras están intentando interrumpir el ritual. ¡Defiéndanse!

Harry, Hermione y Ron se prepararon para enfrentar las sombras. Utilizando hechizos de luz y protección, intentaron mantener a las sombras a raya. Snape, con su experiencia en magia oscura, dirigió su varita para disipar las sombras más intensas.

El ritual continuó mientras el grupo luchaba contra las sombras. A medida que el hechizo se fortalecía, las sombras comenzaron a disiparse gradualmente, y la luz mágica del Círculo se hizo más brillante. La niebla comenzó a aclararse, y el Círculo reveló un portal mágico en el centro.

—¡Lo logramos! —exclamó Hermione—. El portal está abierto.

El portal parecía brillar con una luz dorada, y un aire de calma y serenidad emanaba de él. Snape se acercó al portal, observando su brillo con atención.

—Este portal nos llevará al núcleo del desequilibrio mágico en el castillo —dijo Snape—. A partir de aquí, podremos abordar la fuente del problema y restaurar el equilibrio.

Harry, Hermione, Ron y Snape se prepararon para atravesar el portal. Sabían que lo que estaba al otro lado podría ser desafiante, pero estaban listos para enfrentarlo con determinación y valentía.

Cuando cruzaron el portal, se encontraron en una sala antigua y oscura. La sala estaba llena de artefactos mágicos y runas antiguas, y una energía mágica potente llenaba el aire. En el centro de la sala había un altar con un antiguo artefacto brillante.

—Este es el núcleo del desequilibrio —dijo Snape—. El artefacto en el altar es la clave para restaurar el equilibrio mágico en el castillo.

Hermione examinó el artefacto y el altar mientras Harry y Ron mantenían una vigilancia atenta. Snape comenzó a preparar los hechizos necesarios para completar el ritual de restauración.

—Necesitamos realizar un ritual final para equilibrar la magia —explicó Snape—. Asegúrense de seguir las instrucciones y de mantener el enfoque.

El grupo comenzó a realizar el ritual, utilizando los componentes mágicos y recitando los hechizos necesarios. A medida que lo hacían, el artefacto en el altar comenzó a brillar con una luz intensa. La energía mágica en la sala se estabilizó, y la sensación de desequilibrio comenzó a disiparse.

Finalmente, el ritual se completó, y la energía en la sala se calmó. El artefacto dejó de brillar, y el núcleo del desequilibrio había sido restaurado.

—Lo hemos hecho —dijo Snape, con una expresión de alivio—. El equilibrio mágico en el castillo ha sido restaurado.

Harry, Hermione y Ron se sintieron aliviados y satisfechos con el resultado. Habían enfrentado desafíos significativos, pero habían logrado resolver el problema del Eclipse de la Sombra.

Mientras regresaban al castillo, sabían que aún quedaban misterios por descubrir y desafíos por enfrentar, pero estaban más unidos que nunca. Con el apoyo de Snape y su valentía, estaban listos para enfrentar cualquier obstáculo que se presentara en su camino.

La noche en Hogwarts se calmó, y el castillo recuperó su tranquilidad. Harry , Hermione y ron se prepararon para la siguiente aventura , sabiendo que la magia y el misterio aún guardaban muchos secretos por desvelar.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora