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La noche de la exploración llegó con una mezcla de emoción y nerviosismo en el aire. Harry, Hermione y Ron se reunieron en la biblioteca vieja antes del toque de queda, asegurándose de llevar todo el equipo necesario: varitas, pociones de invisibilidad, y el pergamino antiguo que había guiado sus pasos hasta este momento crucial.

Hermione, con su varita iluminando el camino, revisó una última vez las notas que habían tomado sobre los hechizos protectores. Ron, por su parte, estaba revisando el mapa antiguo, asegurándose de que entendieran cada símbolo y cada indicación.

—¿Estamos listos? —preguntó Harry, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros.

—Sí —dijo Hermione—. Según el mapa, el lugar oculto debería estar cerca de una de las torres del castillo, bajo tierra.

—Perfecto —confirmó Ron—. Vamos a hacerlo.

Salieron sigilosamente de la biblioteca vieja y se dirigieron a la torre más cercana, donde el mapa indicaba que debían comenzar su búsqueda. El castillo estaba tranquilo, con los pasillos iluminados solo por la luz tenue de las antorchas. La atmósfera era tensa, y el silencio parecía amplificar el sonido de sus pasos.

Al llegar a la torre, encontraron una puerta de piedra que parecía estar sellada con un hechizo antiguo. Harry sacó el pergamino y comparó los símbolos con los que estaban en la puerta. Con la ayuda de Hermione, identificaron el hechizo de protección que estaba en la puerta.

—Este hechizo es para mantener la entrada sellada —dijo Hermione—. Debemos encontrar la manera de desactivarlo.

Harry y Hermione comenzaron a trabajar en el hechizo, utilizando la información del libro que habían consultado. Después de varios intentos fallidos, lograron activar el hechizo correctamente, y la puerta se abrió con un crujido inquietante.

Adentrándose en la oscuridad, los tres amigos encendieron sus varitas y comenzaron a explorar un pasadizo estrecho que descendía por debajo de la torre. El aire era frío y seco, y el sonido de sus pasos resonaba en las paredes de piedra.

—¿Cómo se siente? —preguntó Ron, tratando de aligerar el ambiente.

—Un poco inquietante —admitió Harry—. Pero estamos aquí para descubrir qué hay más allá.

La exploración continuó a lo largo del pasadizo, que se iba ensanchando a medida que avanzaban. Finalmente, llegaron a una gran cámara subterránea. Las paredes estaban cubiertas de antiguos símbolos y runas, y en el centro de la sala había un pedestal con un objeto cubierto por una tela.

—Miren eso —dijo Hermione, señalando el pedestal—. Eso debe ser lo que estamos buscando.

Se acercaron al pedestal con cautela. Harry, con su varita apuntando al objeto, se preparó para cualquier posible trampa. Hermione levantó la tela con cuidado, revelando un antiguo grimorio encuadernado en cuero. La portada estaba adornada con runas doradas que brillaban débilmente.

—Esto es increíble —dijo Hermione, fascinada—. Parece que es un libro muy antiguo. Puede contener información valiosa sobre la historia de Hogwarts y la magia antigua.

Harry sintió una oleada de emoción al tocar el grimorio. Sabía que este descubrimiento podría tener un impacto significativo en su comprensión de los secretos de Hogwarts.

Mientras estaban ocupados examinando el libro, Harry escuchó un leve sonido detrás de ellos. Se giró rápidamente, su varita en mano, y vio una sombra moviéndose en la entrada de la cámara.

—¿Quién está ahí? —gritó Harry, con su voz resonando en el espacio cerrado.

No hubo respuesta, solo el eco de su propia voz. Hermione y Ron también se pusieron alerta, con sus varitas preparadas.

—Podría ser un guardia de los pasadizos —susurró Ron—. O alguien más que ha descubierto este lugar.

Decidieron proceder con cautela. Hermione tomó el grimorio y lo guardó en su mochila, mientras Harry y Ron se preparaban para investigar la sombra. La cámara estaba oscura, y la única fuente de luz era la tenue iluminación de sus varitas.

A medida que se acercaban a la entrada, la sombra desapareció, y el silencio se volvió abrumador. Harry sintió una creciente sensación de inquietud. La sensación de ser observado era palpable.

Finalmente, decidieron regresar a la entrada del pasadizo y cerrar la puerta detrás de ellos para evitar que cualquier intruso accediera al lugar. Con el grimorio en mano, se dirigieron de regreso a la biblioteca vieja.

La tensión en el grupo era palpable mientras se dirigían de vuelta al castillo. Una vez en la biblioteca, se reunieron alrededor del grimorio para examinarlo más detenidamente.

—Este libro podría tener información crucial —dijo Hermione, sacando el grimorio de su mochila y colocándolo sobre la mesa.

Harry y Ron se unieron a ella mientras comenzaban a revisar las páginas del libro antiguo. El texto estaba escrito en una combinación de lenguas arcanas, y algunas de las páginas estaban decoradas con ilustraciones de hechizos y rituales.

—Parece que hay un índice al final del libro —dijo Hermione, señalando una sección—. Podría ayudarnos a encontrar la información que estamos buscando.

Comenzaron a explorar el índice y a revisar las secciones relevantes. A medida que avanzaban, encontraron detalles sobre la historia de los fundadores de Hogwarts y las protecciones que habían colocado en el castillo para protegerlo de amenazas externas.

—Esto es fascinante —dijo Harry—. Parece que los fundadores realmente querían asegurarse de que Hogwarts estuviera protegido contra cualquier intrusión.

Hermione asintió, su expresión reflejando la emoción del descubrimiento.

—Sí, y también hay información sobre los hechizos protectores que se usaban para ocultar lugares y objetos importantes. Esto podría ayudarnos a entender mejor los secretos que hemos encontrado.

Mientras seguían estudiando el grimorio, el grupo se dio cuenta de que el conocimiento adquirido podría tener un impacto significativo en sus esfuerzos por desentrañar los misterios de Hogwarts y enfrentar cualquier amenaza futura.

Finalmente, a medida que la madrugada se acercaba, decidieron que era hora de descansar. Sabían que el grimorio era solo el comienzo de una investigación más profunda y que el camino por delante estaría lleno de desafíos y descubrimientos.

Harry, Hermione y Ron se despidieron de la biblioteca vieja y regresaron a sus dormitorios, sintiendo una mezcla de agotamiento y anticipación. La exploración había sido un éxito, pero también había dejado muchas preguntas sin responder.

A medida que Harry se acomodaba en su cama, pensó en lo que habían encontrado y en lo que aún estaba por venir. Sabía que el grimorio contenía secretos importantes, y estaba decidido a desentrañarlos con la ayuda de sus amigos y el apoyo de Snape.

Con una última mirada al grimorio, Harry cerró los ojos y permitió que el cansancio lo arrullara. A pesar de los desafíos que se avecinaban, sentía que estaban dando pasos importantes hacia la comprensión de los secretos de Hogwarts y el cumplimiento de su propio destino.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora