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El sol se estaba poniendo sobre Hogwarts, lanzando un resplandor dorado sobre los antiguos muros del castillo. La atmósfera en el Gran Comedor era festiva, con banderines y luces mágicas que iluminaban la sala, celebrando el final de un desafío y el comienzo de una nueva era de paz.

Harry se sentó en su lugar habitual, rodeado por sus amigos Hermione y Ron, mientras observaban las decoraciones y los preparativos para la celebración. Aunque la resolución del misterio había traído alivio, lo que realmente resonaba en el corazón de Harry era el profundo vínculo que había formado con Snape.

En un rincón del Gran Comedor, Snape estaba de pie, observando la celebración con una mezcla de orgullo y melancolía. Su relación con Harry había cambiado para siempre, y el significado de ser una figura paterna para él se había convertido en una parte fundamental de su vida.

Cuando el Gran Comedor se llenó de risas y música, Snape se acercó a la mesa de Harry, con una expresión de suavidad que rara vez mostraba. La mirada en sus ojos reflejaba una combinación de cariño y emoción que había crecido con el tiempo.

—Harry —dijo Snape, su voz llena de calidez—. Hay algo que me gustaría decirte antes de que termine la celebración.

Harry levantó la vista, sorprendida por el tono y la expresión en el rostro de Snape.

—¿Qué pasa, profesor? —preguntó Harry, su voz reflejando una mezcla de curiosidad y expectación.

Snape tomó una respiración profunda y se inclinó ligeramente hacia Harry. Había un brillo en sus ojos que hablaba de una profunda conexión y afecto.

—Quiero que sepas que estos últimos meses han sido una experiencia increíblemente significativa para mí —comenzó Snape—. Lo que hemos pasado juntos ha cambiado mi vida de formas que no imaginaba. Me he dado cuenta de que he llegado a verte no solo como un estudiante, sino como un hijo como ya lo habia dicho.Cada momento que hemos compartido, cada desafío que hemos superado juntos, ha reforzado el vínculo especial que tenemos.

Harry sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba las palabras de Snape. La emoción en la sala era palpable, y el ambiente festivo parecía desvanecerse en comparación con la profundidad de lo que estaba a punto de decirse.

—pa..profesor, yo también he aprendido mucho de ti —dijo Harry, su voz temblando ligeramente—. No solo me has enseñado sobre magia, sino también sobre lo que significa tener una familia y un apoyo incondicional. Has sido más que un mentor; has sido una figura paterna que he necesitado durante mucho tiempo.

Snape asintió, una sonrisa pequeña pero sincera en sus labios.

—Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, Harry. Lo que hemos construido juntos es algo precioso y duradero. Eres una parte importante de mi vida, y siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.

Con una mirada de profunda gratitud, Harry se levantó y abrazó a Snape. Fue un abrazo lleno de emoción, que reflejaba la conexión profunda y sincera que habían desarrollado. La sala, aunque bulliciosa y llena de celebración, parecía desvanecerse en segundo plano mientras los dos compartían ese momento.

—Gracias, papa —dijo Harry, su voz cargada de emoción—. No puedo decirte cuánto significa para mí tenerte en mi vida. Me has dado el amor y el apoyo que necesitaba, y eso es algo que nunca olvidaré.

Snape devolvió el abrazo con ternura, sintiendo una calidez que rara vez experimentaba.

—Siempre estaré aquí para ti, Harry. No importa lo que pase, siempre tendrás en mí a alguien que te ama y te apoya. Esta es tu familia, y siempre será así.

A medida que se separaban, Harry y Snape se miraron con una comprensión mutua y un cariño profundo. La celebración continuó a su alrededor, pero para ellos, el momento compartido tenía un significado especial que trascendía las festividades.

Mientras el Gran Comedor se llenaba de música y risas, Harry y Snape se unieron al resto de los estudiantes y al personal en la celebración. El vínculo que habían formado era un testimonio de la fuerza del amor y el apoyo, y el futuro parecía lleno de promesas y esperanza.

Con el castillo de Hogwarts iluminado por las luces de la celebración y el cielo estrellado sobre ellos, Harry y Snape sabían que, aunque el camino había sido difícil, el viaje que habían compartido había llevado a algo verdaderamente hermoso. En cada rincón de su corazón, sabían que, sin importar lo que viniera, siempre estarían juntos, como una familia unida por el amor y el apoyo incondicional.

La noche avanzó con alegría y celebración, y el castillo resonó con el sonido de la esperanza y la felicidad. Harry y Snape, junto con Hermione, Ron y sus otros amigos, disfrutaron del momento, sabiendo que habían superado una prueba significativa y habían encontrado en el camino un vínculo inquebrantable que les acompañaría en los días venideros.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora