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La mañana se presentó fresca y despejada. La brisa que entraba por las ventanas del Gran Comedor traía consigo una sensación de renovación. Harry, aunque aún tenía mucho en mente, notó un cambio sutil en su actitud. La conversación con Snape de la noche anterior le había dado una nueva perspectiva sobre la manera de enfrentar la presión y el dolor.

Hermione y Ron estaban conversando animadamente sobre los próximos exámenes y las estrategias para prepararse. Harry, a pesar de estar inmerso en sus propios pensamientos, se unió a la conversación, apreciando la distracción y la compañía.

—Harry, ¿te unirás al club de estudio esta tarde? —preguntó Hermione mientras rebuscaba entre sus libros.

Harry asintió.

—Sí, planeo ir. Parece que puede ser útil.

Hermione sonrió, contenta de ver a Harry participando activamente.

Después del desayuno, Harry se dirigió a la sala común de Gryffindor, donde el club de estudio ya estaba en pleno apogeo. La sala estaba llena de estudiantes trabajando en sus tareas y compartiendo notas. Harry se unió al grupo y pronto se vio inmerso en una discusión sobre Runas Antiguas, tratando de despejar algunas dudas con la ayuda de sus compañeros.

A medida que avanzaba la tarde, la sesión de estudio terminó y Harry decidió dar un paseo por los terrenos de Hogwarts para despejar su mente. A pesar de la frescura del día, el sol seguía brillando intensamente, creando un contraste con los pensamientos oscuros que a menudo ocupaban su mente.

Mientras caminaba cerca del lago, Harry notó a un grupo de estudiantes reunidos alrededor de algo en el suelo. Se acercó con curiosidad y descubrió que estaban examinando un viejo pergamino desgastado.

—¿Qué está pasando? —preguntó Harry.

Una estudiante de Ravenclaw, llamada Amelia, levantó la vista.

—Encontramos este pergamino en la biblioteca vieja. Parece ser un antiguo mapa de Hogwarts, pero no hemos podido descifrarlo completamente.

Harry se inclinó para examinar el pergamino. Había símbolos y anotaciones que no reconocía inmediatamente, pero algo en el diseño le resultaba familiar. Decidió tomar una copia del pergamino para estudiarlo más tarde, con la esperanza de que pudiera ofrecer alguna pista o, al menos, servir como una interesante distracción.

Más tarde, al caer la noche, Harry se dirigió a la oficina de Snape. La conversación con los estudiantes sobre el pergamino antiguo le había dejado una sensación de inquietud, y esperaba que discutirlo con Snape le diera una perspectiva adicional.

Al llegar a la oficina, Snape estaba en su escritorio, revisando algunos documentos. Al ver a Harry entrar, levantó la vista con una expresión neutral.

—Buenas noches, Potter. —dijo Snape con su habitual tono grave.

—Buenas noches, profesor. —respondió Harry, sintiéndose un poco nervioso.

Harry se acercó al escritorio y sacó el pergamino de su mochila.

—Encontré esto hoy cerca del lago. Los otros estudiantes dicen que es un mapa antiguo de Hogwarts. Pensé que tal vez podría ser interesante investigarlo.

Snape tomó el pergamino y lo examinó detenidamente. Sus cejas se fruncieron mientras recorría los símbolos y anotaciones.

—Esto es... interesante. —dijo finalmente Snape—. Parece ser una versión antigua de los mapas que se han encontrado en la biblioteca, pero con anotaciones adicionales. Puede que haya información valiosa aquí.

—¿Cree que podría revelar algo importante? —preguntó Harry, esperanzado.

Snape asintió lentamente.

—Podría ser. Sin embargo, el valor real de este pergamino dependerá de cuánto se pueda descifrar y de si contiene información relevante para los eventos actuales.

Harry se quedó en silencio mientras Snape continuaba estudiando el pergamino. Sabía que no podía depender únicamente de las respuestas que esperaba obtener de Snape, pero la conversación le ofrecía una nueva perspectiva sobre el problema.

—Profesor, —dijo Harry después de un momento—, he estado pensando en lo que me dijo sobre encontrar equilibrio entre mis deseos y responsabilidades. ¿Cómo puedo saber si estoy en el camino correcto?

Snape levantó la vista del pergamino, sus ojos reflejaban una intensidad que Harry había llegado a reconocer.

—Eso es algo que cada persona debe descubrir por sí misma, Potter. Sin embargo, una forma de aproximarse a la respuesta es considerar tus motivaciones y acciones. ¿Estás actuando de acuerdo con tus valores y metas, o simplemente siguiendo un camino trazado por otros?

Harry asintió, sintiendo que las palabras de Snape resonaban profundamente en él. La búsqueda de su propio camino no era solo una cuestión de cumplir con las expectativas, sino de entender lo que realmente deseaba y necesitaba.

—Intentaré recordar eso. —dijo Harry, su voz llena de determinación.

Snape le devolvió una mirada pensativa.

—Recuerda también que enfrentar estos dilemas internos es un proceso continuo. No esperes respuestas inmediatas, pero sigue cuestionando y reflexionando sobre tus decisiones.

Harry se levantó para irse, sintiéndose aliviado por la claridad que le ofreció Snape. Mientras se dirigía hacia la puerta, notó que el pergamino estaba ahora cuidadosamente guardado en un estante de la oficina de Snape, como si el profesor tuviera la intención de seguir investigándolo.

—Gracias, profesor. —dijo Harry antes de salir—. Me siento mejor al saber que tengo a alguien con quien hablar sobre estas cosas.

Snape asintió con una leve sonrisa.

—Es un placer ayudarte, Potter. No dudes en regresar si necesitas más orientación.

Harry salió de la oficina, sintiéndose como si hubiera dado un paso más hacia adelante en su búsqueda de equilibrio y comprensión. La interacción con Snape había sido valiosa, y el pergamino antiguo ofrecía una nueva dirección para su curiosidad.

De regreso en su sala común, Harry se reunió con Ron y Hermione. A pesar de sus preocupaciones, no podía evitar sentirse intrigado por el mapa antiguo. Habló brevemente con ellos sobre su descubrimiento, notando su entusiasmo por la idea de investigar más.

—Eso suena increíble, Harry. —dijo Hermione—. ¡Podría ser un hallazgo importante!

Ron asintió con entusiasmo.

—Sí, y si hay alguna pista sobre algún tesoro oculto, ¡me apunto!

Harry sonrió, agradecido por el apoyo de sus amigos. Aunque el camino por delante seguía lleno de incertidumbres, sentía que estaba dando pasos hacia una comprensión más profunda de sí mismo y de su lugar en el mundo.

La noche avanzó en un torbellino de conversación y planificaciones sobre el pergamino antiguo. Mientras se preparaba para ir a dormir, Harry se sintió más en paz consigo mismo. Había descubierto que, a pesar de las dificultades, tenía a personas en su vida que estaban dispuestas a apoyarlo y compartir su carga.

A medida que se acomodaba en su cama, Harry pensó en las palabras de Snape y en el camino que aún tenía por recorrer. Sabía que enfrentar sus miedos y encontrar su equilibrio sería un desafío constante, pero ahora sentía que no estaba solo en su lucha.

En ese momento, el futuro parecía un poco menos incierto, y Harry se permitió un breve momento de esperanza. Aunque el camino por delante seguía lleno de desafíos, sabía que estaba dando pasos importantes hacia un futuro en el que podría encontrar su propio equilibrio y propósito.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora