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El amanecer llegó con una sensación de calma en Hogwarts. La sala antigua y oscura había sido estabilizada, y el equilibrio mágico restaurado. Harry, Hermione, Ron y Snape regresaron al castillo, conscientes de que el éxito de su misión había traído consigo una sensación de alivio y un nuevo comienzo.

Se dirigieron a la oficina de Snape, donde el profesor había preparado una pequeña reunión para discutir los próximos pasos y reflexionar sobre los eventos recientes. Harry estaba exhausto, pero aliviado. Los eventos de la noche anterior lo habían puesto a prueba de maneras que no había anticipado. Snape, notando el estado de Harry, hizo un esfuerzo consciente por ofrecer un espacio de apoyo y tranquilidad.

—Siéntate, Potter —dijo Snape con un tono más suave de lo habitual—. Necesitas descansar.

Harry, sintiéndose sorprendido por el gesto, se sentó en una de las sillas de la oficina. Hermione y Ron también se acomodaron, sabiendo que el momento era importante para Harry.

—Lo que hicimos fue increíble —dijo Ron—. Nunca hubiera pensado que llegaríamos a este punto.

Hermione asintió, con una expresión de cansancio y satisfacción en su rostro.

—Fue un éxito, pero aún necesitamos evaluar el impacto a largo plazo de lo que hemos hecho. El Círculo de la Niebla y el artefacto podrían haber alterado más cosas de lo que pensamos.

Snape miró a Harry, notando las ojeras bajo sus ojos y la expresión fatigada en su rostro. Decidió abordar el tema directamente.

—Potter, quiero hablar contigo sobre la forma en que manejaste la situación —dijo Snape—. Aunque tu valentía y determinación fueron notables, es evidente que te pusiste en gran peligro. Necesitas entender que el enfrentarte a estos desafíos solo no es siempre la mejor opción.

Harry levantó la vista, sintiendo una mezcla de incomodidad y aprecio. La preocupación en la voz de Snape era algo nuevo para él, y era un recordatorio de cuánto había cambiado su relación.

—Lo sé, profesor —dijo Harry—. Solo quería resolver esto por mi cuenta. No quería preocupar a nadie.

Snape se acercó a Harry, su mirada firme pero comprensiva.

—No se trata solo de no querer preocupar a los demás —explicó Snape—. Se trata de reconocer tus limitaciones y buscar ayuda cuando sea necesario. Tienes que entender que tu seguridad y bienestar son importantes. No puedes cargar con todo el peso solo.

Harry asintió, sintiendo el peso de las palabras de Snape. Había aprendido mucho en los últimos meses sobre la importancia del apoyo y la colaboración, y ahora estaba empezando a comprender más profundamente la preocupación genuina detrás de la autoridad de Snape.

—Gracias, profesor —dijo Harry—. Aprecio lo que ha hecho por mí, más de lo que puedo expresar.

Snape hizo un gesto de asentimiento, su expresión suavizándose.

—No lo haces solo por mí, Potter. Lo haces por ti mismo, por tus amigos, y por el futuro que estás construyendo. La responsabilidad de tus acciones es parte de crecer, pero también lo es aceptar el apoyo de aquellos que se preocupan por ti.

Hermione miró a Snape con admiración, sorprendida por la sinceridad en sus palabras. Ron también estaba asombrado, pero entendía la importancia del momento.

—¿Qué pasa ahora? —preguntó Ron—. ¿Qué hacemos después de esto?

Snape se giró hacia ellos, su expresión volviendo a la normalidad.

—Ahora que el equilibrio ha sido restaurado, debemos estar atentos a cualquier otro desequilibrio mágico que pueda surgir. También debemos asegurarnos de que el artefacto y el Círculo de la Niebla se mantengan protegidos.

Hermione asintió, tomando notas sobre los próximos pasos necesarios.

—De acuerdo —dijo Hermione—. También deberíamos asegurarnos de que el resto del castillo esté al tanto de la restauración del equilibrio mágico, para que todos estén tranquilos.

Snape miró a los jóvenes con una mezcla de orgullo y preocupación. Aunque su estilo era reservado, no podía negar que estaba comenzando a ver a Harry, Hermione y Ron como algo más que estudiantes. La relación entre él y Harry estaba evolucionando, y con ella, un entendimiento más profundo y una conexión más fuerte.

—Por ahora, necesito que todos descansen y se recuperen —dijo Snape—. Han pasado por mucho, y es importante que estén en buena forma para lo que venga.

Harry, Hermione y Ron se levantaron, agradecidos por el consejo y el apoyo. Mientras salían de la oficina, Harry sintió una nueva sensación de esperanza y determinación. Sabía que los desafíos aún no habían terminado, pero estaba dispuesto a enfrentarlos con el respaldo y la comprensión que había encontrado en Snape.

A medida que la noche avanzaba, el castillo volvía a su tranquilidad. Harry se dirigió a sus habitaciones, reflexionando sobre las palabras de Snape y sobre lo que significaba para él tener a alguien que se preocupaba de manera tan profunda por su bienestar. Estaba listo para enfrentar lo que viniera, sabiendo que tenía un nuevo tipo de apoyo en su vida.

El futuro de Hogwarts era incierto, pero con el equilibrio restaurado y el compromiso de sus amigos y mentores, Harry se sentía más preparado que nunca para enfrentar lo que viniera.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora