21

98 4 2
                                    


El amanecer en Hogwarts trajo consigo una nueva claridad. Con el vínculo recién revelado entre Snape y Harry, ambos se sentían con una nueva determinación para enfrentar los desafíos que se avecinaban. El castillo seguía su ritmo habitual, pero para Harry y Snape, el día tenía una importancia especial.

Harry, Hermione y Ron se encontraron en la biblioteca, revisando antiguos textos en busca de más información sobre el artefacto y la profecía. La conversación entre Harry y Snape del día anterior seguía en la mente de Harry, y sentía un renovado sentido de propósito y esperanza.

—Es increíble lo que hemos descubierto —comentó Hermione mientras pasaba las páginas de un viejo libro—. Pero aún tenemos muchas piezas del rompecabezas por encajar.

—Sí —respondió Harry—. Y con la nueva perspectiva que tenemos, creo que podemos encontrar más pistas.

Mientras Harry y sus amigos continuaban su investigación, Snape estaba ocupado con sus propios preparativos. Había tomado una serie de medidas para asegurar que el artefacto estuviera protegido y que la magia en el castillo permaneciera en equilibrio. Pero también sabía que había algo más importante que necesitaba hacer: demostrarle a Harry que estaba dispuesto a ser una figura paterna en su vida.

Ese mismo día, Snape decidió organizar una serie de actividades para mostrar su apoyo y su compromiso hacia Harry. A pesar de su usual actitud reservada y severa, tenía claro que debía actuar para que Harry sintiera el verdadero alcance de su preocupación y afecto.

Primero, Snape se aseguró de que Harry y sus amigos recibieran un descanso necesario después de días intensos de investigación. Convocó a Harry a su oficina para discutir la importancia de cuidarse a sí mismo.

—Potter —dijo Snape mientras Harry entraba en la oficina—, he notado que has estado trabajando incansablemente. No puedes permitirte descuidar tu bienestar en medio de todo esto.

Harry se sorprendió al ver que Snape, normalmente tan formal y distante, había preparado una pequeña merienda en su oficina.

—¿Qué es esto? —preguntó Harry, mirando el plato de bocadillos y té.

—Una simple merienda —respondió Snape, con un tono que parecía intentar ser casual—. Pensé que podría ser beneficioso para ti tomar un descanso y comer algo. La investigación puede esperar un poco.

Harry aceptó la oferta, sintiendo una calidez en el corazón al ver el esfuerzo que Snape había puesto en esta pequeña muestra de cuidado.

—Gracias, profesor —dijo Harry—. Realmente lo aprecio.

—No es necesario que agradezcas —dijo Snape, su tono suavizándose—. Solo quiero asegurarme de que estés en la mejor forma posible para enfrentar lo que viene.

Después de la merienda, Snape organizó una sesión especial en la sala común de Gryffindor. Quería crear un ambiente más relajado y familiar para Harry y sus amigos, algo que reflejara el tipo de cuidado paternal que deseaba ofrecer.

Cuando Harry, Hermione y Ron entraron en la sala común, encontraron que el lugar había sido decorado con luces suaves y una variedad de bocadillos y bebidas. Snape, en un raro momento de informalidad, estaba presente para asegurar que todo estuviera en orden.

—Profesor, ¿esto es para nosotros? —preguntó Hermione, sorprendida por el esfuerzo.

—Sí —respondió Snape—. Pensé que sería útil para ustedes tener un momento de relajación. La presión de la investigación puede ser abrumadora, y es importante que encuentren tiempo para disfrutar y desconectar.

Harry miró a Snape, con una mezcla de sorpresa y gratitud. La forma en que el profesor estaba haciendo todo lo posible por cuidarlo y apoyarlo era más de lo que había esperado.

—Esto es muy considerado de su parte, profesor —dijo Harry—. Realmente lo aprecio.

Snape asintió, su expresión mostrando una mezcla de orgullo y afecto.

—Quiero que sepas que estás en mi mente y que me preocupo profundamente por tu bienestar. La investigación es importante, pero tu salud y tu felicidad lo son aún más.

Mientras la tarde avanzaba, Snape se unió al grupo en la sala común, participando en las conversaciones y animando a Harry y sus amigos. Aunque mantenía una actitud reservada, había una suavidad en su presencia que reflejaba el profundo afecto que sentía por Harry.

Más tarde, cuando Harry se preparaba para ir a dormir, Snape lo llamó a su oficina una vez más. Esta vez, la conversación era aún más personal.

—Harry —comenzó Snape—, hay algo que quiero decirte antes de que te vayas a descansar. La relación que tenemos ha evolucionado de una manera que no esperaba, pero que valoro profundamente.

Harry se sentó en la silla frente a Snape, escuchando atentamente.

—Quiero que sepas que para mí, eres más que un estudiante. Has llegado a significar mucho en mi vida, y me he dado cuenta de que, en muchos aspectos, he llegado a verte como a un hijo. Quiero que sientas que tienes en mí una figura paternal en la que puedes confiar y apoyarte.

Harry sintió una oleada de emoción y gratitud. Las palabras de Snape resonaban profundamente en su corazón, y se dio cuenta de cuánto significaba para él tener a alguien en quien confiar y que se preocupara por él de esta manera.

—Gracias, profesor —dijo Harry, con la voz temblorosa—. Significa mucho para mí saber que puedo contar con usted de esta manera. Me ha dado un gran apoyo en momentos difíciles.

Snape asintió, con una expresión de sincera afecto.

—Haré todo lo posible para asegurarme de que sientas mi apoyo y cuidado. Aunque enfrentemos desafíos, quiero que sepas que no estás solo. Estoy aquí para ti, no solo como un mentor, sino como una figura paterna que se preocupa profundamente por ti.

Harry sintió una calidez en su corazón al escuchar esto, y se levantó para abrazar a Snape. Fue un gesto de profunda conexión y gratitud, que reflejaba el vínculo especial que habían desarrollado.

—Gracias por todo, papa —dijo Harry, sintiendo una emoción que había estado guardando por mucho tiempo.

Snape abrazó a Harry, con una expresión de ternura que rara vez mostraba. Sabía que, aunque el camino por delante aún estaba lleno de incertidumbres, había encontrado una forma de conectar con Harry que era significativa y valiosa para ambos.

Cuando Harry se retiró a sus habitaciones esa noche, sintió una renovada sensación de paz y esperanza. Sabía que, con el apoyo de Snape y el vínculo especial que compartían, estaba más preparado que nunca para enfrentar cualquier desafío que viniera. La conexión entre ellos era ahora más fuerte y profunda, y estaba listo para enfrentar el futuro con un sentido de propósito y pertenencia.

Más alla de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora