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Desperté temprano por mi alarma para ir a clases. Hoy era mi primer día y no quería llegar tarde a la universidad.

Me quedé mentalizandome sentada en mí cama para luego de unos segundos me levantarme.

Recién llegué a Buenos Aires por trabajo de mi padre. Nunca duraba mucho tiempo en una escuela por el trabajo de mi padre y nunca pude tener amigos.

Hoy era mi primer dia en esta universidad, además de que era mi primer año y eso me tenía un poco nerviosa.

Me dirigí al bañó, me observé unos segundos en el gran espejo para después quitarme la ropa y meterme a la ducha, al salir de la lucha, me envolví en una toalla e hice toda mi rutina de skincare y me maquillé.

Por suerte la universidad no tenia uniforme y  podía eligir yo mi ropa.

Busqué la ropa que usaría hoy, que fue una falda de mezclilla y pegada que llegaba a la mitad de mi muslo, un top negro, arriba una campera negra igual, y unos tenis blancos, dejé mi cabello suelto y tomé mí mochila para bajar a la cocina.

Nunca desayunaba con mi padre, no tenía hermanos y mi madre lastimosamente había fallecido hace un tiempo, por eso siempre estaba sola en mi casa aunque estuvieran los empleados a los que algunos los cocideraba una familia.

Ely- Buenos días, señora Marta - sonreí y ella volteó a verme al escuchar mi voz-

Marta- Muy Buenos días, señorita Ely, ¿Cómo durmió- dijo la cocinera-

Ely- Bien y... ¿Mí padre? -pregunté-

Marta- ¿Su padre... ?Amm... bueno... él salió -dijo algo confundida- Regresó de su viaje y enseguida salió-

Me desanimó un poco que no me haya ido a saludar, después de todo no lo veía hace dos semanas, o sea mí padre y yo nunca tuvimos una buena relación, pero pensé que por lo menos podríamos vernos.

Marta- Tome -dejó la comida en la mesa- No se desanime, señorita Ely, hoy es su primer día y tiene que tiene que estar de buen humor para que le vaya bien hoy -me intentó animar-

Ely- Gracias... - intenté sonreír-

₊‧.°.⋆

Me encontaba perdida por los pasillos de la universidad. Todo estaba muy vacío porque habían empezado las clases hace unos minutos.

Vi un grupo de amigos que al parecer llegaron tarde y me acerqué para pedirles la dirección de un salón.

Ely- Hola, ¿pueden ayudarme con una dirección -pregunté amablemente-

Ellos solo me miraron muy serios por lo que me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

?- ¿Quién eres? -preguntó un chico no muy alto, ojos verdes y cabello ondulado-

Ely- Es... esque... yo... -dije un poco asustada al lo que ellos se rieron-

?- Pobre la nena, tiene miedo
-dijo otro de ellos-

Traté de irme pero uno de ellos me tomó del brazo.

Ely- ¡Déjame! -le quité la mano- ¿acaso no te enseñaron a respetar? -dije enojada-

?- ¿Te quieres morir? -dijo eso por lo que me asusté mucho, no pude moverme porque quedé paralizada-

?- Dejála, Sebatián -dijo un chico alto, con largas pestañas, cabello ondulado y piel muy pálida-

Sebatián- ¡Ella empezó! -Dijo enojado-

El chico alto se acercó a mí y tomó mi barbilla con su mano, moviendo mi cara de un lado a otro.

Mi Chico Perfecto | Iván BuhajerukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora