Mi Chico Perfecto | Iván Buhajeruk

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Narra Iván Buhajeruk.

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Estaba en casa de Rodrigo con mis amigos cuando me llegan algunos mensajes a mi teléfono; silvia.

"Hijo, hoy viene tu hermana de visita, necesito que vengas a casa, sino sabes lo que te espera"

"No voy a aceptar que no vengas"

"Además...  tenemos que hablar sobre un tema tú y yo"

Siempre con sus malditas amenazas...

Nicole- Uh... ¿Qué pasó? -dijo al verme fruncir el ceño-

Todos pusieron atención en mí.

Iván- La vieja esta que quiere que vaya a ver a mi hermana -bloqué mi celuar y lo guarde en mi bolsillo- no voy a ir-

Rodrigo- Es tu hermana, gil, no la ves hace mucho-

Iván- Con lo que me importa ver a la lesbiana esa-

Angie- Eh... Qué insultas con esa -dijo a la defensiva-

Iván- Yo no tengo culpa de tu bisexualidad -dije molesto-

Rodrigo me miró mal por bardear a su novia.

Nicole- ¿Por qué no vas a ir? -tomó de su bebida-

Iván- No tengo ganas de ir a pelear con la vieja esa -suspiré-

Rodrigo- Escuché que harán hoy una fiesta en casa de tu noviecita -cambió el tema-

Fruncí el ceño.

¿En casa de Elizabeth?

Mauro- Ricardo hará una fiesta -dijo sonriente- ¿Iremos? -nos miró atentos a todos-

Nicole- Elizabeth no me dijo nada de ninguna fiesta -frunció el ceño-

Tiago- Tal vez no estamos invitados-

Mauro- O tal vez ella no lo sabía-

Sabía que el padre de Elizabeth no estaría en casa durante dos semanas, pero una fiesta en casa de Elizabeth no creo que sea buena idea sabiendo lo enojado que estaría su padre.

Elizabeth no me dijo nada sobre la fiesta, tal vez Mauro tenía razón y ella no lo sabía.

Iván- Iremos -sonreí-

Sonó mi teléfono con algunas llamas de Silvia, sabía que si la ignoraba se podría peor entoces me levanté de la silla y tomé mis llaves para irme.

Me fui sin despedirme y con la mirada de todos en mí.

Llegué a la gran casa blanca y estacioné mi auto afuera.

Me bajé y entré a la casa.

Hace muchas semanas no estaba aquí y al entrar me invadió el olor a lavanda que siempre había en la casa.

Miré dos maletas a un lado de la puerta que seguro era de mi hermana.

Escuché unas voces provenientes de la sala.

Caminé con pesadez hasta ella y miré a silvia muy feliz hablando con mi hermana.

Silvia- Te extrañé mucho hija, no sabes cuanto-

Mi hermana estaba totalmente seria mientras que silvia la llenaba de besos.

Algo que tenemos en común con mi hermana, además del físico es que odiamos a nuestros padres por igual.