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Ya era lunes, el peor día de la semana además de martes, miércoles, jueves, el viernes por la mañana y el domingo por la noche.

Ayer la había pasado mal todo el día por el todo lo que había ingerido mi pobre sistema el fin de semana, pero hoy me sentía mejor.

Aunque la verdad debo aceptar que eso me ayudó a olvidarme un poco mi tristeza.

Sonreí al ver entrar a la preceptora por saber que no tendría esta clase

Preceptora- Chicos, hoy no daremos clases porque los profesores tendrán una reunión, esta reunión fue una orden del director, al igual que es una orden que ustedes se retiren. Muchas gracias -salió-

Todos guardamos nuestras cosas y salimos del aula como si fuéramos un rebaño.

Miré a Iván caminar a la salida con sus amigos pero no me acerqué porque vi a Sammy.

Ely- ¡Sammy! -llamé si atención-

Sammy- Hola -me saludó- pensé que te habías ido a casa-

Ely- Ya que salimos temprano ¿Quieres que vayamos por un helado?-

Sammy- Me parece bien -aceptó-

Tomé su mano y salimos del colegio.

Estábamos esperando un taxi para poder ir por un helado pero mi mirada terminó el el auto de Iván que frenó al frente.

Iván- Hola -dijo después de bajar la ventana del copiloto-

Ely- Hola -sonreí-

Iván- ¿Adónde van? -preguntó serio-

Ely- Vamos por un helado-

Iván- Suban, yo las llevo-

Sammy y yo nos miramos confundidas pero aceptamos.

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Una semana después y unos días después.

Resulta que Rosalinda se había quedado todo este tiempo en casa de sus padres.

No toqué el tema sobre su embarazo con mi padre, sabía que eso no terminaría para nada bien, pero me obligué a aceptarlo y ponerme feliz por ellos.

En unas pocas semanas sería mi cumpleaños, estaba emocionada por eso.

Estaba en clase, pero como por sorpresa no estaba prestando atención.

Lo que más deseaba ahora era estar durmiendo en mi camita.

Por suerte la profesora de psicología no hacía mucha cosa, solo hablaba lo básico que todos sabíamos.

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Ya era salida.

Hoy faltaron Abril y Sammy y no habia visto a ninguno de mis amigos, por eso estuve el día sola.

Antes de salir del colegio vi a Iván hablando con Rodrigo. Se veía muy enojado, iba darle su espacio, pero cuando caminé a su lado vi su cara lastimada.

Frené en seco y lo miré sorprendida.

Ely- ¿Qué te pasó? -dije preocupada-

Iván me miró mal pero no contestó.

Bueno, perdón por preocuparme por ti.

Rodrigo- Se peleo con Sebastián -dijo molesto-

Miré la sangre caer de su nariz.

Iván- Hubieras visto como quedó él -bufó- Vamos a tu casa -sonrió-

Y se supone que yo soy la bipolar.

Mi Chico Perfecto | Iván BuhajerukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora