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Narra Iván Buhajeruk.
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Después de dejar a Elizabeth en su casa, regresé a la mía. El trayecto fue silencioso, pero mi cabeza estaba llena de pensamientos.
No podía dejar de sentirme un idiota por mi reacción al ver el cabello de Elizabeth. Había sido incapaz de ocultar lo mucho que me incomodó el cambio, porque me recordó a alguien con quien preferiría no tener más conexiones: Celeste.
Entré al edificio y me encontré con ella, justo allí, esperando el ascensor. No parecía tan demacrada como la última vez que la vi en mi casa, y de reojo, noté que llevaba una sonrisa.
Esa sonrisa, la misma que había utilizado tantas veces para manipularme, me hizo sentir repulsión. Celeste ahora tenía el cabello pintado de rojo, pero su color natural siempre había sido negro, igual que el nuevo de Elizabeth. Esa similitud me golpeó de inmediato cuando vi a Elizabeth con ese cambio, y me hizo recordar a Celeste, algo que no quería.
No sentía absolutamente nada por Celeste; eso había quedado enterrado hace mucho tiempo. Pero cada vez que ella aparecía, traía consigo recuerdos amargos, y la incomodidad se apoderaba de mí.
Celeste- Iván, te estoy hablando -dijo Celeste, sacándome de mis pensamientos. Giré la cabeza hacia ella, esperando que dijera lo que tuviera que decir, aunque lo último que quería era interactuar con ella-
Celeste- Dije que me alegra verte, hace mucho no te veía -sonrió, como si fuéramos viejos amigos-
Su cinismo me molestó, así que hablé sin pensar:
Iván- ¿Ya encontraste al padre de tu hijo? -mi tono era seco y cortante-
Celeste suspiró y se miró en el espejo del ascensor, como si lo que acababa de decir no la hubiera afectado en absoluto.
Celeste- Nah... -respondió despreocupadamente- Igual, ya no importa-
Fruncí el ceño, sin entender a qué se refería, y ella notó mi confusión. Se giró hacia mí, con una expresión de leve fastidio antes de decir, como si hablara del clima:
Celeste- Aborté, Iván -dijo como si fuera obvio a lo que se refería-
Asentí lentamente, pero la verdad es que no me importaba. Cualquier cosa que tuviera que ver con ella me resultaba insignificante ahora.
Celeste- que dijiste que no querías que volviera a pasar por tu casa y bla bla bla -dijo, imitando con burla lo que había sido una clara petición mía en el pasado- pero no te veo con tu novia y me preguntaba si...-
La interrumpí antes de que pudiera terminar esa frase que ya anticipaba.
Iván- La respuesta es no, Celeste -mi voz era firme, cargada de molestia mientras entraba al ascensor y presionaba el botón de mi piso-
Celeste pareció pensar en lo que iba a hacer por unos segundos antes de entrar al ascensor también, justo antes de que las puertas se cerraran. Forzó una sonrisa, pero la conocía demasiado bien; era una sonrisa vacía, llena de intenciones ocultas.
Durante el corto trayecto hacia su piso, notaba cómo me observaba, esperando que yo dijera algo o iniciara alguna conversación, pero no pensaba darle ese gusto.
Cuando finalmente llegamos, las puertas se abrieron salió y ella se giró hacia mí, dispuesta a decir algo. Pero antes de que pudiera emitir una palabra, presioné el botón para que las puertas se cerraran de inmediato.
La vi fruncir el ceño y supe que la había fastidiado, lo que me sacó una pequeña sonrisa de satisfacción. Al menos, por esta vez, no tendría que escuchar más de sus intentos por meterse en mi vida de nuevo.
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Mi Chico Perfecto | Iván Buhajeruk
RomanceElizabeth: Una chica poco segura, de pocos amigos, tiene muchos problemas con su padre, gracias a esto le cuesta confiar en las personas. Pero un día llega Iván a su vida. El típico estereotipo de "Chico popular", de hecho se empieza a fijar en Eli...