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Narra Elizabeth Harrington.

Estábamos comiendo con Mateo, nicki y Sebastián.

La verdad que estaba un poco desanimada por todo lo que había pasado con Iván en el día pero trataba de estar feliz y disfrutar con mis amigos.

Fuimos a un restaurante de pizza. Pedimos una peperoni pero aún no la traían.

Mientras ellos hablaban no podía dejar de pensar en qué podría estar pasando Iván.

Negué con la cabeza para salir de mis pensamientos y todos me miraron raro.

Nicole- ¿Qué pasó? ¿No quieres de peperoni? -preguntó la castaña-

Ely- ¿Qué? -pregunté confundía-

Sebastián- Qué dije qué si no te gusta peperoni -alzó una ceja-

Ely- Ah.. no es eso -reí- pero ¿para qué preguntas cuando ya la pidieron-

Sebastián- No sé. Te estoy buscando un tema de conversación porque no hablas-

Ely- Qué sé yo, no estoy de humor -miré la salida-

Sebastián- ¿Quieres que te lleve a tú casa? -pusó su mano en mi muslo-

Ely- Ehh... -miré su mano con desagrado- No -quité su mano-

Sebastián- Bueno -sonrió-

Aveces pienso que Sebastián me coquetea pero no creo...

Ely- Voy al baño -me levanté y caminé hasta los baños-

El baño era de una sola persona entoces entré y cerré la puerta con picaporte.

No quería hacer nada más en el baño que alejarme un rato de ellos.

No es que me caigan o algo por el estilo es que... siento que estoy arruinando todo con mi actitud de mierda.

Me lavé las manos, arreglé un poco mi cabello y regresé a la mesa y ya estaba la comida.

En verdad era la primera vez en muchos días que comía algo que no fuera una fruta y agua entoces al ver la comida me dolió un poco el estomago.

Se senté en mi lugar y miré la comida unos segundo. Al final fui yo la que lo eligió, ya qué...

Tomé una rebanada y la comí.

Eso fue lo único que comí, además de un poco de agua porque no quise gaseosa.

Terminamos de comer pero nos quedamos unos minutos para hablando.

Mateo- Vamos a las maquinitas -señaló el lugar-

Todos entramos y pedimos una tarjeta para poder jugar.

Sebastián y Mateo quisieron ir a una máquina de boxeo.

Mateo- Ya vas a ver que voy a tener más puntos y tú -retó a Sebastián-

Sebastián- No creo -sonrió-

Mateo- Apostemos -sonrió-

Sebastián- ¿Qué? -Preguntó interesado-

Mateo- Hmm -pensó- plata -alzó los hombros-

Nicole y yo nos miramos sonriendo y los volvimos a mirar.

Sebastián- Bueno -alzó el pulgar-

Sebastián golpeó el coso ese y se hizo 897 puntos.

Después lo golpeó Mateo y se hizo 913.

Mateo- Dame -me mostró la palma de la mano esperando el dinero-

Mi Chico Perfecto | Iván BuhajerukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora