Mi Chico Perfecto | Iván Buhajeruk

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Me desperté por el horrible sonido de la alarma.

Al parecer había apagado algunas alarmas sin darme cuenta porque estaba sonando mi última alarma.

Miré la hora y se había hecho tarde, en media hora iniciaban las clases y yo ni siquiera me había bañado.

Me levanté rápido de la cama pero, me maree y vi todo negro por unos segundos.

Me dolía demasiado la cabeza, quizás por todo el alcohol del día anterior.

Ely- ¿Por qué tuve que pedirle que me llamara? -me quejé-

Entré al baño y me miré en el gran espejo.

Me veía horrible, tenia una ojeras gigantes y todo el maquillaje corrido por dormirme maquillada.

Miré mi ropa y tenía puesta una campera que no era mía.

Me la quité y funcí el ceño al no reconocerla.

Traté de recordar todo lo de ayer y me puse roja al recordar que me confesé con Iván.

Ely- ¿¡Por qué, por qué, por qué, por qué!? -dije avergonzada-

Dejé la campera a un lado para lavarla de devolvérsela a Iván.

Me quité la ropa y entré a la ducha.

Me terminé de bañar y envolví mi cuerpo con una toalla.

Todavía me dolía la cabeza un montón pero no podía faltar, esta semana ya había faltado dos días.

Busqué unas pastilla que tenia en el baño de dolor de cabeza y me las tomé.

Me senté en el tocador e hice un maquillaje bastante natural.

Busqué en el armario y saqué una falda y un top, hacía frío pero no me importaba, saqué una campera bastante abrigada.

Dejé mi cabello suelto y tomé mí mochila.

Bajé y lastimosamente no podría cumplir con lo que iván dijo de comer bien.

Tomé una manzana y una botella de agua y salí rápido de casa.

Estaba consiente que me veía bastante mal, por las ojeras en mi rostro por dormirme tarde, pero no podía hacer nada.

Para ser más rápida pedí un taxi y llegué a clases 30 minutos tarde.

Caminé a paso acelerado y antes de entrar miré a Iván caminando bastante tranquilo como si no le importara la hora.

Estaba a varios metros de mí.

Se veía bastante bien, tenía una sudadera verde oscuro que contrataba con su piel y unos pantalones anchos negros.

Podía ser un oufit muy básico pero se veía muy bien.

Me barrió con la mirada y le sonreí pero solo recibí una mirada seria y desvió la mirada.

Fruncí el ceño por su acción pero no le tomé importancia, seguro estaba de mal humor, Qué sorpresa (notese el sarcasmo)

Me acerqué y toqué su hombro. Se voltó y me miró serio esperando que hablara.

Ely- Tú campe... -me interrumpió-

Iván- Quedatela -siguió su camino-

Raro.

Traté de ignorar lo que pasó y entré a la clase de inglés y por suerte el profesor me dejó entrar.

Ely- Hola -susurré-

Me senté al lado de Nicole.

Nicole- Pensé que no vendrías -susurró-