-No estoy aquí por mucho tiempo
Atrápame o me iré como Houdini, demuestra que tienes derecho a complacerme...
-Te atraparé y te demostraré que tengo el derecho a complacerte y aunque no sepa tu nombre, esta noche seré tu hombre
-Historia corta.
Shi...
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Taehyung había estado mirando fijamente su teléfono durante cinco minutos, con la pantalla iluminando su rostro con una luz fría y azulina.
El aparato no dejaba de sonar, su jefe lo llamaba una y otra vez, pero el se negaba a contestar.
¿La razón? Era domingo y quería ir a la discoteca a divertirse, a bailar e investigar el tamaño de cierta cosa, no quería ir con su jefe, que lo tendría mirando la puerta del local todo el tiempo, sin parpadear ni nada esperando a alguien que claramente no llegaría.
—Dios, es que no se va a cansar—sus labios se abultan en un puchero—ya detente—lloriqueo. Y como por arte de magia, el aparto dejó de sonar, sonrió al pensar que su jefe ya no lo llamaría, pero, la pantalla nuevamente se iluminó, indicando un mensaje. Soltó un suspiro cansado agarrando el celular.
Ogro Jeon Contéstame joder! Hazlo, si no quieres que vaya y te saque como saco de papas de tu departamento. Créeme capaz Park.
Apenas termino de leer el mensaje, el celular irrumpe con su melodía. Taehyung, sabía que su jefe es loco y que lo vendría a sacar arrastras de su casa, así que para evitar eso, con una mueca en los labios, lleva el aparato hasta su oreja.
—Hasta que por fin.—dice en un tono de molestia.
—Buenas noches señor jefe, estoy bien¿ y usted?—hay un deje de sarcasmo en su voz.
—del otro lado de la línea de escucha una risa nasal—Bien, gracias por preguntar—hace una pausa—pero no te llamo para preguntarte cómo estás—Taehyung rueda sus ojos—me hice tarde por qué tuve cosas que hacer y bueno eso, no entiendo por qué te estoy dando explicaciones—nuevamente hay un silencio—, pero, bueno, iré a verte en veinte minutos...
—Señor, yo..
¿Como rayos le digo que no podré ir?
"Duh, dile que no vas y punto"
—¿Tú qué?
—Yo no podré acompañarlo hoy—cierra sus ojos con miedo.
—¿Qué? ¿Por qué no? Hemos quedado en algo Park...
—Lo sé señor, pero, el castaño misterioso no aparece, y hemos ido como cuatro veces a la discoteca...—cansado.
—Yo sé que aparecerá...
—No puedo acompañarlo señor jefe.
—Iremos, no está a discusión Park.—en tono exasperado
